viernes, 25 de febrero de 2011

Gadafi no logra controlar Libia, pese a represión

Muamar el Gadafi ha comenzado su contraataque. Sus fuerzas leales mantienen un férreo control sobre Trípoli tras perderlo en Bengasi, Tobruk y Musratha.

La situación sobre el terreno sigue siendo muy confusa, con informaciones que salen del país a cuentagotas, algo que Gadafi aprovechó ayer para lanzar un discurso en el que culpa de todos los males de Libia a Al Qaeda y a los extranjeros.

Ante la fuerza de los opositores, que intentaron extender la revuelta al oeste del país, el mayor objetivo del líder libio en estos momentos se centra en mantener bajo su poder las ciudades de Zauiya y Sabratha, a menos de 80 kilómetros de la capital.

Mientras, los tiroteos indiscriminados se viven en el oeste, consciente ya el dictador de que en la zona oriental llegó la calma cuando los "consejos populares" tomaron control de manera gradual desde el 17 de febrero.

Arropado por los fieles al régimen, la guardia presidencial, grupos bajo el mando de sus hijos y numerosos mercenarios, Gadafi empezó su ofensiva estratégica para liquidar a los opositores y mantenerse en el poder.

Las agencias de las poblaciones controladas por opositores empezaron a distribuir imágenes del armamento que dejan atrás los partidarios del dictador -vehículos blindados, artillería, armamento ligero-, un arsenal bastante anticuado que da a entender que el régimen ha agrupado alrededor de la defensa de Trípoli sus mejores recursos.

Desde la frontera con Egipto -donde no existe control libio, excepto dos milicianos que saludan a los pocas personas que cruzan- hasta Tobruk, a 120 kilómetros, las banderas de la independencia ondean en los edificios oficiales y las comisarías están vigiladas por civiles, algunos de ellos armados.

Mensaje
En un mensaje telefónico retransmitido simultáneamente por las tres cadenas de televisión libias, Gadafi volvió a acusar a los contestatarios de ser "jóvenes locos y drogados, manipulados por los servicios extranjeros y que sirven a Al Qaeda y Osama Bin Laden".

Esta afirmación fue rápidamente desmentida por el ministro de Justicia dimisionario, Mustafá Abdeljalil, que declaró a la cadena catarí Al Jazira, que los propósitos de Gadafi son "fantasiosos" y que "no existen ni Al Qaeda ni otras organizaciones terroristas" en el suelo libio.

"Salid a las calles, capturarlos y detener a sus jefes" recomendó a sus compatriotas el líder libio, y afirmó que su país "avanza hacia la guerra civil, la catástrofe".

Sin aparecer físicamente como en el discurso del pasado martes, Gadafi, que decía dirigirse a los habitantes de la localidad de Zaouiya, volvió a afirmar que no dimitirá. "No tengo un puesto oficial para dimitir, soy el jefe de la revolución. He cedido el poder en 1977 y ahora no tengo más que un poder moral. El poder está en las manos del pueblo y de sus comités y no soy responsable de las muertes y las destrucciones", sostuvo Gadafi en su intervención que duró alrededor de 15 minutos.

Ataques
Entretanto, los sangrientos ataques contra los manifestantes prosiguen, mientras la rebelión se propagaron al oeste y sur del país donde nuevas ciudades han caído en las manos de los que se oponen al régimen de Trípoli.

En las primeras horas de ayer, una de las brigadas fieles al coronel Gadafi lanzó un ataque particularmente encarnizado con armas pesadas contra los rebeldes en Zouiya, a unos 100 kilómetros de la capital, con 100 muertos y decenas de heridos.

El diario electrónico Quryna afirmó que el escuadrón que atacó esta ciudad bajo control rebelde desde hace tres días, procedía deSabratha y que tras la agresión millares de habitantes encolerizados invadieron las calles.

"Las gentes de Zaouiya han conseguido armas y se constituyen en un movimiento de liberación. Algunos combatientes se dirigen por carretera a Trípoli", declaró a Al Jazira un testigo llamado Rabie Cheikh.

Otro batallón capitaneado por el propio hijo de Gadafi, perpetró un asalto contra la localidad de Mesratha, el este de Trípoli, señaló Quryna. Los rebeldes pusieron una feroz resistencia, deteniendo el ataque y obligado a los agresores a huir.

Al sudeste de Libia, otra ciudad, El Koufra, fue ocupada por los rebeldes, explicó el diario. Y mientras las ciudades grandes y pequeñas caen como fichas de dominó entre las manos de los rebeldes, el movimiento de adhesión en el seno de las fuerzas armadas se aceleró sensiblemente.

En Bengasi, el jefe de la Policía, el general Ali Houweidi, que anunció el miércoles su apoyo a los rebeldes, se vio ayer acompañado por un gran número de oficiales de la base militar aérea de Binina y por numerosos dirigentes de los diferentes cuerpos de seguridad de todo el país.

Como resumen, el ministro de Justicia dimisionario afirmó que a partir de ahora "las cosas se hallan entre las manos del pueblo y Gadafi acabará por suicidarse como Hitler".

Negación
Seif el Islam Gadafi, hijo del líder libio, negó ayer que hubo bombardeos contra los manifestantes que han salido a las calles y que se haya asesinado a "centenares o miles de personas", al tiempo que invitó a la prensa internacional a entrar en Libia.

"Periodistas extranjeros, libios y diplomáticos, adelante, entren, crucen y pasen. ¿Dónde están los bombardeos, dónde está el asesinato de centenares o miles?", dijo.

"Es mentira que digan que las Fuerzas de Defensa libias bombardean viviendas de los libios. Lo que pasó fue un bombardeo de almacenes pequeños en un lugar vacío en el desierto", afirmó.

ESTADOS UNIDOS

Obama llama a Sarkozy y Cameron

El presidente de EEUU, Barack Obama, conversó con el primer ministro británico, David Cameron, y con el mandatario francés, Nicolás Sarkozy, para tratar sobre posibles medidas contra Libia.


En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó que en las respectivas conversaciones con Obama abordaron "las diferentes opciones" que se pueden tomar junto a sus "socios internacionales".


El portavoz expresó la esperanza de que se pueda "contar con medidas pronto".


"Estamos interesados en actuar rápidamente", pues "lo demanda" la situación actual en el país norafricano, "fluida, cambiante y peligrosa".



ITALIA

El país europeo más afectado

Italia aparece como el país europeo más afectado por la crisis en Libia debido a sus elevados intereses en la excolonia y al riesgo de una avalancha de libios.


El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el líder libio, Muamar el Gadafi, tenían una cordial relación, desde antes de 2008 cuando firmaron el Tratado de Amistad, Asociación y Cooperación. Estos acuerdos se han traducido en importantes negocios bilaterales por más de 40.000 millones de dólares anuales.


Italia mantenía además con Libia acuerdos militares, mientras que el "Líder de la Revolución" libia se comprometía a cerrar sus fronteras a cal y canto a la salida de inmigrantes hacia Italia.



OTAN

Descartan una intervención

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no intervendrá en el conflicto libio y cualquier participación exterior debe contar con un mandato de Naciones Unidas, afirmó ayer el secretario general de la alianza militar.


"No hemos recibido ninguna solicitud a ese respecto", dijo Anders Fogh Rasmussen durante una visita a Kiev, Ucrania.
"De todos modos cualquier acción debería basarse en un mandato claro de la ONU", agregó.


Fogh Rasmussen dijo que los acontecimientos de Libia no amenazan a ningún miembro o aliado de la OTAN, aunque el conflicto podría provocar una crisis masiva de refugiados.

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