Las fuerzas de seguridad dispararon ayer balas reales durante los funerales de dos personas que murieron horas antes en Deraa, en el sur de Siria, indicó un militante de derechos humanos que informó que hubo diez muertos y varios heridos.
“Se dispararon balas cuando los padres de las víctimas y manifestantes volvían del entierro”, declaró este militante.
Las dos personas enterradas eran una muchacha, Ibtisam Masalmeh, y un médico, Ali Ghusab Al Mahamid. Murieron la noche del martes al miércoles, dijo el militante. Cinco personas fallecieron la noche del martes al miércoles en enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes, cerca de la mezquita Al Omari, punto de encuentro de los opositores, había indicado previamente este militante.
Las autoridades sirias afirmaron previamente que cuatro personas murieron en un enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y una “banda armada” en la ciudad de Deraa.
Deraa, a unos 100 kilómetros de Damasco, es escenario desde el viernes de manifestaciones contra el régimen, que fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad. Desde entonces, 11 manifestantes han resultado muertos, según el militante de derechos humanos.
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