martes, 21 de junio de 2011

El “Señor de la guerra” era el gran vendedor de AK-47

Uno de los grandes responsables de la expansión mundial del AK -47 como rifle de asalto destinado a los “movimientos mundiales de liberación popular” es Viktor Bout, más conocido como El mercader de la muerte llevado al cine por Nicolas Cage en el filme El señor de la guerra.

Con su flota de 28 aviones de transporte de segunda mano, este traficante que se consideraba “apolítico” alternaba actividades legales como el transporte de flores frescas, marisco, ayuda humanitaria a Somalia o tropas de la ONU a Timor Oriental, con la venta de armas. Era capaz de vender AK-47 a Ahmed Shah Massoud, de la Alianza del Norte mientras hacía lo propio con sus enemigos talibanes.

Tráfico de armas

El escritor Daniel Estulin, que es autor de Los señores de las sombras y amigo de Bout, asegura que “el tráfico de AK -47 tiene como origen Kirguizistán, Tayikistán, Uzbekistán, Chechenia y Bulgaria. Ese material acaba en mercados de armas de Togo, El Congo, Chad y con descuentos importantes”.

La porosidad de las fronteras africanas hace el resto: Kaláshnikov de tercera o cuarta mano atraviesan países enteros vendidos por cualquier mafia que quiera hacer dinero fácil.

En la actualidad, China fabrica millones de unidades y Venezuela acaba de abrir una factoría que sustituirá a las viejas fábricas localizadas en Ucrania.

Teniendo en cuenta que todavía encontramos Kaláshnikovs de los años 50 en funcionamiento, no parece que esté en vías de extinción, sino al contrario en franco proceso de expansión como la Coca-Cola.

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