lunes, 27 de junio de 2011

Presidenta argentina desplaza al peronismo y apuesta por "cristinismo"

Con el nombramiento del ministro de Economía, Amado Boudou, como candidato a vicepresidente en las elecciones de octubre, Cristina Fernández no sólo premió la "lealtad". Con esa y otras designaciones clave, la presidenta argentina relegó al peronismo y también al gremialismo, para reforzar aún más el kirchnerismo. O, mejor dicho, el "cristinismo".

"Necesito a mi lado a un hombre que no tenga miedo", dijo Cristina K. al elogiar a Boudou y, de paso, criticar su mala experiencia con Julio Cobos, el vicepresidente que se rebeló contra los Kirchner en 2008. Ya sin la figura del fallecido Néstor Kirchner a su lado, la jefa de Estado optó por personeros de su círculo de hierro para conseguir el tercer mandato del kirchnerismo, en los comicios del 23 de octubre.

Según el diario Clarín, la elección de Boudou como compañero de fórmula "confirma un escenario que se replica en las listas de candidatos del oficialismo: la Casa Rosada ha decidido relegar al peronismo ortodoxo, premiando con candidaturas a dirigentes del �cristinismo puro�, como los militantes de La Cámpora". Además, la mandataria impuso al presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación, Gabriel Mariotto, como compañero de lista de Daniel Scioli, gobernador de Buenos Aires.

Golpe para Hugo Moyano

Al mismo tiempo, el sindicalismo de la CGT de Hugo Moyano, los dirigentes de los gobernadores e importantes legisladores justicialistas fueron apartados del "nuevo diseño" del poder de Cristina K. "2.0". De hecho, la CGT logró apenas dos lugares en las listas para diputados, uno de estos para Facundo Moyano, hijo del controvertido líder camionero. "Muchachos, nos cagaron", comentó Hugo Moyano ante sus seguidores, de acuerdo con el diario transandino La Nación. A su vez, La Cámpora, movimiento liderado por Máximo Kirchner, fue el gran beneficiado en el nuevo "reparto". "La presidenta definió, casi en su totalidad, los cargos legislativos nacionales", aseguró ese periódico bonaerense.

Para el analista y columnista de La Nación Joaquín Morales Solá, "Cristina Kirchner cometió la audacia política más grande que haya perpetrado el audaz kirchnerismo: echó al peronismo de sus principales ofertas electorales". En ese sentido, la prensa transandina consideró que el nuevo esquema del poder dejó grandes ganadores, como Máximo Kirchner, Aníbal Fernández (jefe de gabinete) y Carlos Zanini (secretario legal). A su vez, entre los perdedores figuran Hugo Moyano y Daniel Scioli. Según el analista Rosendo Fraga, finalmente, "el kirchnerismo puede estar transformándose en cristinismo".

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