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jueves, 16 de junio de 2011

Revelan detalles de la vida de camarera que denunció a Kahn

De un día para otro se vio envuelta en uno de los mayores escándalos de la última década. Y desde que denunció al entonces director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, por haberla agredido sexualmente en el Sofitel de Manhattan, el 14 de mayo pasado, se ha mantenido en silencio. A un mes del caso que le costó el puesto a DSK y sepultó sus aspiraciones de ser Presidente de Francia, el diario The New York Times reveló ayer una serie de pasajes desconocidos de la vida de la mucama.

Personas familiarizadas con la vida de la empleada entrevistadas por The New York Times, tanto en Nueva York como en Guinea, coinciden en retratar a la camarera como una persona tímida, a la que sólo le preocupaba su trabajo y su hija adolescente.

La mujer nació en una aldea musulmana sin electricidad ni agua potable, ubicada a 13 horas en vehículo de Conakri, la capital de Guinea. Su padre era un respetado imán y ella es la menor de cinco hermanos.

Siendo todavía adolescente, la camarera, quien ha sido identificada por varios medios como Nafissatou Diallo, se trasladó hasta Conakri, probablemente para probar suerte. Pero apenas dos meses después regresó a su aldea, ya que su padre quiso que se casara con un primo lejano. La mujer, según el Times, no tuvo otra opción que obedecer. Con su esposo tuvo una hija y cuando éste murió, tras una grave enfermedad, regresó a la capital.

Sus hermanos la describen como una mujer muy reservada, casi muda. "Incluso, si tenía hambre, no te lo iba a decir", afirmó su hermano mayor, citado por el periódico neoyorquino. Al poco tiempo, su hermana Hassanatu se trasladó a Nueva York junto a su marido, y en 2002 la camarera hizo lo mismo.

Todavía no está del todo claro cómo la mujer pudo ingresa al país, pero justo en esa época Estados Unidos otorgó más de cuatro mil visas a guineanos, principalmente por turismo y negocios. Apenas se instaló en Nueva York, la mujer consiguió trabajo en un restaurante africano del Bronx y siempre destacó por su bajo perfil, incluso dentro de la comunidad de inmigrantes guineanos. Sus abogados han dicho que poco después consiguió asilo y que tenía todos sus papeles en orden cuando comenzó sus labores como mucama.

De acuerdo con el diario New York Post, desde 2008 vivía en un edificio en el Bronx que se arrienda exclusivamente para pacientes con VIH o sida. Según el Times, en sus llamados telefónicos a Guinea, la mujer sólo hablaba de su hija y nunca comentó nada de su vida personal. Ello, hasta que se atrevió a denunciar a Strauss-Kahn.

La mujer sostiene que el 14 de mayo pasado, tras ingresar a la habitación del ex director del fondo, éste la obligó a que le practicara sexo oral, además de agredirla sexualmente, algo que DSK niega. Según la defensa de Strauss-Kahn, se trató de sexo consentido. Esta semana, de acuerdo con la agencia France Presse, los abogados del político francés anunciaron que se encuentran investigando a la camarera para "asegurar un proceso equitativo".

Los letrados dijeron que no pretenden "manchar" la reputación de la mujer, sino que simplemente quieren indagar algunos aspectos de su vida.

Hasta ahora, la mucama ha optado por permanecer en el anonimato. Según su familia, está aterrorizada. "Ella no sabía quién era (Strauss-Kahn). Mi hermana es incapaz de inventarse una historia así. Es una musulmana practicante y lleva velo", contó hace algunas semanas Blake Diallo, hermano de la mujer, en una entrevista publicada por Le Parisien.

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