lunes, 25 de julio de 2011

Una multitudinaria marcha de indignados en Tel Aviv acaba con 43 detenidos

Una multitudinaria manifestación convocada en Tel Aviv por los "indignados", que acampan desde la pasada semana en protesta por el precio de la vivienda, acabó esta madrugada con 43 personas arrestadas, según la Policía y los organizadores.

La mayoría de los detenidos se encuentran ya en libertad, mientras que la Policía va a pedir hoy que se acuse a ocho detenidos de atacar a los agentes, vulnerar el orden y lanzar granadas de humo, informó a Efe su portavoz, Micky Rosenfeld.

Tras la manifestación, en la que participaron decenas de miles de israelíes, varios centenares bloquearon el cruce entre Kaplan e Ibn Gvirol, dos céntricas calles de Tel Aviv, mientras coreaban "La gente pide justicia social", según el diario "Haaretz".

La Policía abrió de nuevo el cruce al tráfico, pero los manifestantes se mantuvieron en los alrededores con regresos esporádicos al centro de la vía, agrega el rotativo.

Uno de los arrestados, Yair Peretz, desmintió a Efe que se atacase a los agentes o se lanzasen granadas de humo, lo que calificó de acusaciones "automáticas" de la Policía a los detenidos.

Peretz denunció asimismo la "dureza" de las condiciones que tuvieron que aceptar durante el interrogatorio para quedar en libertad: no contactar con los organizadores de la protesta, no pisar el centro de Tel Aviv y no participar en manifestación alguna en los próximos quince a treinta días.

La manifestación comenzó anoche en el Bulevar Rothschild -centro neurálgico de la protesta de los jóvenes, donde se encuentran instaladas un centenar de tiendas de campaña- y concluyó en el museo de arte de la ciudad.

"Luchamos por nuestras casas", "Vivienda decente, precios justos", "Esta generación pide vivienda" y "Poder ciudadano" fueron algunos de los eslóganes coreados durante la marcha.

Algunos pedían también la dimisión del primer ministro, Benjamín Netanyahu.

La protesta recibió apoyos de otros sectores como ancianos, supervivientes del Holocausto, médicos e internos (que llevan 110 días de huelga para mejorar sus condiciones) o productores de lácteos, que se quejan de que los márgenes de beneficio con que llegan los productos al consumidor.

Aunque los políticos no estaban invitados a tomar la palabra, varios diputados de la oposición y distinto signo político acudieron a la manifestación, como Dov Jenin y Mohamed Barakeh, líderes del único partido judeo-árabe, el izquierdista Hadash; y Nino Abesdazse y Rajel Adatto, del Kadima (centro-derecha).

La acampada comenzó la pasada semana como una acción de solidaridad con una estudiante desalojada de su apartamento para que el edificio fuera sometido a obras de rehabilitación.

El apoyo a sus demandas por una vivienda digna a un precio razonable ha ido creciendo en una protesta que evoca al movimiento 15-M de España.

La manifestación de anoche generó hoy diversas reacciones.

La oficina de Netanyahu anunció esta mañana que el primer ministro recibirá mañana, lunes, a representantes de la protesta.

Por su parte, el titular de Finanzas, Yuval Steinitz, dijo a la radio pública que el Ejecutivo trabaja para que los precios inmobiliarios bajen a finales de año, mientras que su colega de Defensa y ex jefe de Gobierno, Ehud Barak, pidió una respuesta a las demandas de los manifestantes.

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