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viernes, 14 de octubre de 2011

La inflación china baja y se sitúa en el 6,1 por ciento en septiembre

El Índice de Precios al Consumo (IPC) de China, que ha sido este año la principal preocupación macroeconómica del Gobierno comunista, aumentó un 6,1 por ciento interanual en septiembre, una décima menos que en agosto, cuando también mostró una tendencia descendente, informó hoy el Buró Nacional de Estadísticas.

Los precios de los alimentos, que representan un tercio del IPC y han sido la principal causa de la fuerte inflación este año, aumentaron un 13,4 por ciento en el noveno mes del año respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.

En los nueve primeros meses del año, los precios en la segunda economía mundial aumentaron un 5,7 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, frente al 5,4 por ciento mostrado en la primera mitad de 2011.

En julio, la inflación china alcanzó el 6,5 por ciento, el nivel más alto de los últimos 37 meses, disparando las alarmas ante un posible recalentamiento de la economía asiática y miedos en el seno del régimen a que las fuertes alzas de precios generaran descontento social.

Pekín, que en marzo se fijó como objetivo del año mantener la inflación en torno al 4 por ciento, ha llevado a cabo en 2011 toda clase de medidas para contener la subida de precios, entre ellas la subida de tipos de interés en tres ocasiones o el alza del coeficiente de caja en seis.

Esta última medida ha tenido como efecto secundario una considerable reducción de los créditos bancarios a pequeñas y medianas empresas, lo que ha producido graves problemas financieros a muchas pymes nacionales, por lo que Pekín ha dictado esta semana nuevas medidas macroeconómicas para ayudar a firmas de pequeño tamaño en apuros.

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