martes, 8 de noviembre de 2011

La crisis marca debate Rubalcaba-Rajoy

Bajo el manto brutal de la crisis económica, que se expresa en más de cinco millones de desocupados, los candidatos presidenciales Alfredo Pérez Rubalcaba (Partido Socialista Obrero Español) y Mariano Rajoy (Partido Popular) protagonizaron un áspero y tenso debate antes de las elecciones del 20 de noviembre.
Más aplomado y con mayor cintura política, Rubalcaba mantuvo control de la iniciativa durante gran parte de la discusión, que pareció poner a Rajoy contra la pared; sin embargo, el vicepresidente primero y portavoz del actual Gobierno socialista no pudo eludir el peso que conlleva la grave crisis económica que golpea a millones de españoles.
Desde el inicio de la campaña, e incluso semanas antes, los sondeos auguran una victoria del PP de Rajoy con al menos un 45% de los votos, frente al 29% de los sufragios que lograrían los socialistas, en el poder desde 2004 y que sufrirían así una de sus mayores derrotas.
En la primera parte del debate, centrado en la economía y el desempleo fundamentalmente, hubo también un cruce de reproches a causa del origen de la burbuja inmobiliaria en España, que ha originado una gran destrucción de empleo y ha dejado un gran lastre a los bancos españoles que habían invertido en ese sector.
Tras declarar que la situación del país se ha convertido en "insostenible", el candidato del conservador PP dijo que ello se debe a que "hay cinco millones de desempleados, deudas acumuladas y sobre todo a que el Gobierno no es capaz" de corregir la crisis.
Pérez Rubalcaba resumió su propuesta económica en tres puntos: buscar un gran acuerdo para el empleo, que definió como "una gran causa nacional"; reorientar la economía -"con un equilibrio entre el control del gasto y creación de empleo"- y garantizar la seguridad social de los españoles.
Para ello, defendió la creación de un impuesto a los más ricos y pedir a la Unión Europea que retrase dos años los planes de ajuste para reducir el déficit y al BCE que siga bajando los tipos de interés.
El debate de ayer fue el único que sostuvieron Rubalcaba y Rajoy. Además, fue el quinto "cara a cara" entre candidatos de los dos grandes partidos de la historia de la democracia en España. Dos entre Felipe González y José María Aznar en la campaña de 1993 y otros dos entre Zapatero y Rajoy en 2008 son los antecedentes de esta práctica electoral que, ausente durante un paréntesis de 15 años, se recuperó en las últimas elecciones generales y parece consolidarse ahora. El último "cara a cara" entre Zapatero y Rajoy tuvo una audiencia de 13 millones de espectadores.

Se mostraron a futuro
José Rafael Vilar | Analista político
Fueron cien minutos que, posiblemente, no motivaron a los indecisos (31,5% según el sondeo reciente del Centro de Investigaciones Sociológicas), pero que definió las posiciones de ambos contendientes y, sobre todo, su futuro: Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE) hará una oposición frontal (a pesar de haber dicho que “saldremos juntos de la crisis, codo con codo") y Mariano Rajoy (PP) tratará de aplicar su programa.
Y ahí está el quid del PP: Está claro qué quieren hacer (recuperar empleos), pero no cómo lo van a hacer. Pérez Rubalcaba trató que lo explicara y no lo logró, con lo que obtuvo su objetivo de afianzar la duda en los indecisos de que el PP va a aplicar, en toda España, las mismas medidas que sus gobiernos autonómicos están aplicando hoy.
Rajoy se “vendió” gobierno y Pérez Rubalcaba opositor. Del socialista, su otro objetivo era alertar a los votantes proPSOE que no dejaran de ir votar y lo hizo permanentemente.
Los sondeos de ganador en el debate están saliendo muchos ahora en España. Me quedo con el de El País: 55% para Pérez Rubalcaba. Pero el 20 de noviembre no le irán tan bien.

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