La nueva vida de Berlusconi en soledad

Apenas una semanas después de dejar el poder, el ex primer ministro de Italia fue visto tomando un café en el mostrador de un bar, como un cliente más. La prensa se pregunta si ésa es su vida actual o una estrategia de victimización.

El diario italiano Il Foglio se pregunta cómo le vino a la mente al ex jefe de Gobierno la idea de ir a una cafetería más bien humilde de Milán, comprarse una golosina y un café y consumirlos en total soledad, poco antes de ir a presentarse en los tribunales por uno de los muchos procesos abiertos en su contra.

"¿Silvio Berlusconi quiere que nos compadezcamos de su suerte?", pregunta el periódico.

La imagen de un Cavaliere de hombros hundidos, cabeza gacha e ignorado por el entorno contrasta fuertemente con lo que los italianos y el mundo entero estuvieron acostumbrados a ver durante los años que duró el mandato del empresario al frente del Ejecutivo italiano (de 2001 a 2006 y de 2008 a 2011) hasta su renuncia en el contexto de la crisis económica que afecta a Italia y a toda Europa. Una era entera marcada por su sonrisa casi permanente, sus ironías y bromas en todo momento, aun en el menos indicado, y una seguridad en sí mismo que nada parecía poder minar.

La vuelta al llano del hombre que gobernó Italia durante tantos años y su"normalización" ¿es una estrategia de victimización o un arrepentimiento tardío y el consecuente deseo de expiación?

Viniendo de un hombre que todo lo teatralizaba, esta actitud de "persona común y corriente" que parece haber adoptado ahora desconcierta al público y a la prensa. Al punto de despertar suspicacia.

Silvio Berlusconi debe enfrentar ahora varios juicios; entre otros, uno originado por el llamado "Rubygate", un escándalo que incluyó prostitución de menores.