En el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada, con la imagen de Evita de fondo, Cristina Fernández hizo ayer su primera aparición pública después de que se informara que padece un cáncer de tiroides, del que será operada la próxima semana. La mandataria argentina, que se mostró distendida, de buen semblante y humor, agradeció "las muestras de afecto y solidaridad" y pidió apoyo a todos los gobernadores y a todos los sectores para el período que estará de licencia y ocupará el Ejecutivo su Vicepresidente, Amado Boudou.
Acompañada por sus ministros, Fernández fue aclamada por 17 gobernadores provinciales, con quienes firmó ayer un acuerdo de refinanciamiento de deudas públicas. "Quiero, en primer término, agradecer todas las muestras de solidaridad, de cariño y de afecto de todos los argentinos y también de presidentes amigos (...). Pedirles a todos ayuda, no para mí, sino para este país. A los gobernadores, a los intendentes, para que todos pongamos nuestro más y mejor esfuerzo", dijo Fernández, de 58 años.
"Se imaginan quién fue el primero que me llamó: Hugo Chávez Frías", destacó Fernández antes de señalar, sonriente, que peleará la "presidencia honoraria" del "congreso" de mandatarios "recuperados" del cáncer, una idea con la que el gobernante venezolano, que ha padecido esa enfermedad, bromeó recientemente.
"El segundo que me llamó fue Sebastián Piñeira (sic), Presidente de Chile. Hablé con él y con su mujer, Cecilia, una mujer muy cálida", agradeció la mandataria.
Fernández se permitió hacer una broma sobre la situación que atravesaría el país si, en vez de ser Amado Boudou, fuera Julio Cobos el que tuviera que reemplazarla por su operación. "Fíjense qué importante es que el vicepresidente piense lo mismo", afirmó la mandataria en alusión a su ex vicepresidente, con quien rompió por su voto "no positivo" en el conflicto con el campo, en 2008.
Sin embargo, "un poco en broma y un poco en serio", según consignó el diario porteño La Nación, la presidenta le lanzó una advertencia a Boudou: "Guardá con lo que hacés", le dijo sonriendo la jefa de Estado a su vicepresidente, aludiendo al descanso que ella guardará del 4 al 24 de enero.
La mandataria también aprovechó su discurso para reiterar sus críticas al secretario general de la central obrera CGT, Hugo Moyano. "Bueno es tener derechos y no aristocracias entre los asalariados", comentó la gobernante. "Bueno es tener derechos, pero no que se conviertan en privilegios (...). Mi apelación es a unos y a otros (empresarios y trabajadores), a que todos tengan la necesaria prudencia y equilibrio", destacó Fernández. Según Reuters, ayer, el portavoz del poderoso sindicato de los camioneros dijo que "podría haber una tregua" en los reclamos laborales.
Consternada
En su edición de ayer, La Nación dio detalles del momento en que Fernández fue informada de que padecía cáncer. "Después del impacto inicial, fue rápidamente contenida por los médicos que harán la intervención quirúrgica", comentó un funcionario presente en ese momento. El médico Pedro Saco, jefe del Departamento de Cirugía del Hospital Austral y que estará a cargo de la operación, "le dio a ella la información más precisa posible y ello contrapesó el impacto inicial", añadió un allegado a la Presidenta argentina.
En la Casa Rosada confirmaron que Fernández viajará hoy a El Calafate para pasar la fiesta de Año Nuevo junto a su familia, y regresará el lunes para preparar la internación de cara a la operación del miércoles próximo. Si atodo sale bien, en marzo estará "con sus plenas facultades", agregaron.
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