jueves, 15 de diciembre de 2011

Obama pide aprender las lecciones de Irak

El presidente Barack Obama saludó ayer "el éxito extraordinario" de Estados Unidos en Irak, pero llamó a aprender las lecciones del conflicto durante un discurso en el que rindió homenaje a los soldados, días antes del retiro de los militares estadounidenses de ese país.
Durante un discurso ante los soldados en Fort Bragg (Carolina del Norte), Obama también hizo referencia al "elevado precio" de esta guerra, de casi nueve años, a la que él se opuso cuando aún no era presidente.
"Dejamos tras nuestro un Irak soberano, estable y autosuficiente, con un gobierno representativo elegido por su pueblo", afirmó Obama, rodeado por los boinas rojas de la 82ª división aerotransportada.
"Estamos construyendo una nueva asociación entre nuestros países y estamos poniendo fin a una guerra no con una batalla final, sino con una marcha final a casa", agregó.
Acompañado de su esposa, Michelle, el presidente habló ante varios miles de militares reunidos en Fort Bragg, un enorme complejo de 650 km2, sede de varias unidades de fuerzas especiales y la 82a división de infantería aerotransportada, desplegadas en múltiples ocasiones en Irak desde la invasión de 2003.
"Conocemos demasiado bien el elevado precio de esta guerra. Más de 1,5 millones de estadounidenses sirvieron en Irak. Más de 30.000 estadounidenses resultaron heridos, y se trata solo de los heridos cuyas heridas son visibles", agregó, en alusión a las secuelas que padecen algunos veteranos.
"Cerca de 4.500 norteamericanos" perdieron la vida, recordó el presidente, "entre ellos 202 héroes caídos en el campo de honor provenientes de aquí, de Fort Bragg", añadió. "Hoy hacemos una pausa para rezar por todas las familias que perdieron a un ser querido, porque todos son parte de nuestra gran familia estadounidense", afirmó.
Obama había hecho referencia en muchas ocasiones durante su campaña electoral victoriosa de 2008 a su oposición inicial a la guerra de Irak, en 2002 y 2003, cuando no era más que un legislador local y criticó duramente a su predecesor, George W. Bush, por haber emprendido esta guerra.
Sin embargo, debió administrar las consecuencias del conflicto en el ámbito internacional y en el interno. La guerra contribuyó, en efecto, a aumentar el déficit presupuestario en el que todavía se debate su administración.
Solo quedan en Irak unos pocos miles de soldados norteamericanos cuando se acerca el 31 de diciembre, fecha en la que habrán dejado definitivamente el país.

Celebración en Faluya
El retiro de las tropas de EEUU fue celebrada ayer por miles de iraquíes en de Faluya, uno de los principales focos de la violencia entre insurgentes y estadounidenses tras la invasión de Irak.
Miles de habitantes de Faluya y sus alrededores se congregaron en el centro de la localidad enarbolando banderas iraquíes y coreando lemas a favor del retiro de todas las fuerzas norteamericanas, informaron a Efe fuentes policiales.
Los presentes llevaban pancartas con eslóganes como "El pueblo quiere la salida del ocupante", o "Faluya es la chispa de la resistencia y el motivo de la liberación".

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