El enorme y eficaz aparato de propaganda oficial norcoreano no mencionaba su existencia hasta hace un año; de hecho, los servicios de inteligencia extranjeros no lograron construirle una biografía coherente y nadie sabe cuáles son sus carencias o cualidades.
Por ahora Kim Jong-un -el joven sucesor de la única dinastía comunista hereditaria del mundo y nuevo “dueño” del arsenal nuclear de Corea del Norte- es, simplemente, el “Comandante Brillante”.
El inesperado delfín del régimen fue aupado a lo más alto en 2010 ante la grave enfermedad de su padre Kim Jong-il.
Entonces, el buró político del Comité Central del Partido de los Trabajadores se reunió por primera vez en tres décadas y le entregó nuevos cargos: general de cuatro estrellas y vicepresidente, a pesar de su nula experiencia castrense o política.
Así, previendo su muerte, Kim Jong-il dejó atada la sucesión, poniendo en línea a un joven que entonces contaba con 28 ó 29 años, según una nota del diario español La Vanguardia.
Un ilustre desconocido
Dicen quienes le han visto de cerca que Kim Jong-un es un joven obeso de 90 kilogramos de peso y 1,75 metros de altura; enfermo de diabetes y de carácter irascible y megalómano, como su padre.
“Es el predilecto fruto de la relación del Querido Líder con la ex bailarina Ko Young Hee, fallecida de cáncer en 2004 y a quien Kim Jong-il amó hasta la misma enfermedad”, escribe el periodista David Jiménez desde Beijing.
Sin embargo, en los despachos diplomáticos de Occidente hay un dato en su biografía que despierta especial interés: la posibilidad de que haya estudiado secundaria en el Colegio Internacional Berne, de Suiza, ocultando su identidad con un nombre falso y recibiendo un contacto con el mundo exterior que lo haría más proclive a la apertura.
“¿Es posible que Corea del Norte termine en manos de un joven educado entre la élite europea?”, se pregunta Jiménez.
“Kim Jong-un sabe, como lo sabía su difunto padre, que Corea del Norte se gobierna contentando a la cúpula militar. Si los militares hubieran dado algún signo de cambio hacia la democracia, quién sabe si el heredero accedería a ello. Pero no es así. Las Fuerzas Armadas no están dispuestas a perder sus privilegios conquistados después de la Guerra de Corea (1950-1953)”, sostiene el analista político André Gaillard en el diario francés L’ Humanité.
El supuesto paso de Kim Jong-un por Europa se produjo antes de que su padre hubiera pensado en él para ocupar el “trono”, y una vez descartados sus otros dos hijos. El mayor, Kim Jong Nam, de 39 años, demostró carecer del carácter revolucionario que se espera de un líder norcoreano cuando en 2001 fue detenido tratando de entrar con un pasaporte falso en Japón. “Quería visitar Disneylandia”, dijo.
El segundo nunca tuvo posibilidades porque su padre lo consideraba “débil y afeminado”, según Kenji Fujimoto, antiguo chef japonés de Kim Jong-il.
Una nueva figura
Los norcoreanos están acostumbrados a los retratos y estatuas del fundador de la patria, Kim il Sung, y su hijo, el fallecido Kim Jong-il. También a ver las imágenes de sus madres y de algunos de los héroes de la guerra coreana. Pero ni una sola imagen o declaración del heredero fue publicitada hasta el año pasado.
La propaganda oficial se esforzó en crear a toda prisa un culto a la imagen del nuevo líder, exagerando logros y creando una biografía de ficción que aporte legitimidad a su ascensión. Nuevas canciones alaban la capacidad militar del “Comandante Brillante” y su coraje en la academia donde se formó.
“Todo indica que el régimen busca reforzar su posición y que sus primeros pasos los dará bajo el tutelaje de su tío Jang Song-thaek, vicepresidente de la poderosa Comisión Nacional de Defensa y el hombre que muchos creen será el verdadero poder en la sombra”, apunta Jiménez en la nota especial de La Vanguardia.
En tanto, el país espera que el heredero encarne la voluntad y espíritu de liderazgo de Kim Jong-il, aunque no lo tendrá nada fácil dada su inexperiencia y falta de cuadros de confianza.
“Sin la Comisión de Defensa Kim Jong-un no podrá gobernar, ni siquiera tomar una simple decisión”, señala Gaillard.
“Ahora mismo será precipitado entregarle el poder en una bandeja de plata. El nuevo gobernante necesita tiempo para adaptarse a un cargo en el que sabe que podrá permanecer hasta que le llegue la muerte”, agrega el analista francés.
Gobierno de China avala a Kim Jong
“Kim Jong-un es un gran líder de la República Popular Democrática de Corea, así como un buen amigo del pueblo chino que ha contribuido mucho en el desarrollo del socialismo”, dijo el portavoz de Asuntos Exteriores chino, Liu Weimin, usando unos calificativos casi idénticos a los que un día antes dedicó a su padre Kim Jong-il.
“Creemos que bajo el liderazgo de Kim Jong-un se harán esfuerzos para construir un fuerte país socialista y lograr la paz en la península coreana”, añadió Liu en rueda de prensa.
También dejó abierta la posibilidad de que el tercer exponente de la “dinastía comunista” de los Kim visite próximamente territorio chino, señalando que Beijing “da la bienvenida a que los líderes (de Corea del Norte) visiten China cuando lo crean conveniente”. Con estas palabras, China confirma que sigue al lado del régimen que prácticamente salvó de su desaparición en la Guerra de Corea (1950-53).
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