El Presidente de Yemen renunció y pidió perdón

El presidente de Yemen, Alí Abdalá Saleh, ha abandonado su país rumbo a EEUU tras pronunciar un discurso en el que por primera vez ha admitido que su era ha concluido y ha pedido incluso perdón a los opositores que han protagonizado la revuelta popular que pone fin a sus 33 años de mandato.

Discurso de despedida. En un tono inédito para un dirigente al que se achacan incontables crímenes, Saleh ha pedido "perdón" por "cualquier error" pasado, al tiempo que ha reconocido en un encuentro con la cúpula del régimen que este era su discurso "de despedida". "Dejo el país en sus manos", ha añadido en su alocución el jefe de Estado, que al mismo tiempo ha señalado que el vicepresidente Abed Rabbo Mansour Hadi "es ahora el responsable" de dirigir la nación árabe. Saleh ha admitido que tras los comicios del 21 de febrero, Hadi, candidato único de todas las formaciones parlamentarias, será de manera oficial el nuevo jefe de Estado y él "hará las maletas" y se "instalará en su casa".

¿Desencanto? Lejos de la explosión de algarabía que generó el anuncio en directo de la renuncia de Hosni Mubarak en Egipto, los miles de residentes de la llamada Plaza del Cambio de Sanaa, la capital, han acogido la noticia con escasas muestras de alegría.

"¡Alí Saleh se ha marchado para EEUU pero la revolución continúa!", ha clamado un locutor a través de los altavoces al concluir la plegaria mientras varios miles le secundaban con gritos que exigían "justicia". Tan solo algunos grupos han comenzado a danzar frente a la tarima principal del enclave haciendo la señal de la victoria. Para los opositores, la exoneración de Saleh constituye un "insulto" a las cientos de víctimas que ha dejado esta sublevación, según Nibjan Alí Ahmed, un joven estudiante de 26 años de la región de Baadan, al sur del país.

33 Años
Estuvo en el poder de Yemen Alí Abdalá Saleh, quien está delicado de salud.

Seguirá siendo Presidente Honorario

Saleh hizo las declaraciones después de la votación de una Ley, que da inmunidad tanto a él como a sus allegados en el parlamento.