viernes, 6 de enero de 2012

En España proyectan limitar dinero en efectivo

Con el mismo espíritu que en la crisis de 2001 en Argentina, el Gobierno de Mariano Rajoy proyecta limitar a los ciudadanos el uso de dinero efectivo para endurecer la lucha contra el fraude y la evasión fiscal.

“La realidad es más dura de lo que pensábamos”, expresó la vocera del Gobierno y vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Un puñado de medidas contra el fraude intenta recaudar 11.588,62 millones de dólares.

Hacienda estudia la implantación de medidas para limitar el uso de pago en efectivo en determinadas transacciones.

La Vicepresidenta evitó dar cifras aunque confesó que el Gobierno se inspira en medidas similares que ya se aplican en Italia y Francia.

Roma ha limitado a 1.000 euros (1.420 dólares) y París a 3.000 (4.260 dólares) el máximo en metálico para transacciones.

Cadenas de TV y medios gráficos de Argentina reflejaron raudamente la novedad ayer y emparentaron esas decisiones con el fatídico “corralito” que en 2001 dejó atrapados los depósitos de muchos ciudadanos en las arcas de los bancos, lo que desató un sinfín de protestas sociales conocidas como “cacerolazo” (golpes de cacerolas a modo de campanadas). El “corralito” implicó también que los argentinos no podían retirar de los bancos más de 250 pesos (250 dólares a la cotización de la época) por semana, lo que derivó en un estancamiento dramático de la economía formal e informal. Entre otras de las medidas de control el Poder Ejecutivo pedirá un informe al Banco de España sobre los sueldos de los directivos de las cajas y bancos intervenidos.

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