domingo, 8 de enero de 2012

Fernández sale de hospital; nunca padeció de cáncer

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, nunca tuvo cáncer de tiroides, indicaron nuevos estudios médicos que revirtieron el diagnóstico inicial por el que fue operada el miércoles último para extirparle la glándula.

"El estudio histopatológico definitivo constató la presencia de nódulos en ambos lóbulos de la glándula tiroides de la Presidenta, pero descartó la presencia de células cancerígenas", dijo el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro.

Según la agencia Afp, el 28 de diciembre se hizo público que Fernández, de 58 años, había sido diagnosticada con cáncer de tiroides el 22 de ese mismo mes tras una punción, días después de haber asumido por un segundo período la Presidencia de Argentina hasta 2015.

La Mandataria recibió el alta médica y abandonó el hospital este sábado.

Según el parte médico, "la histología definitiva fue informada como adenomas foliculares y, de acuerdo a este favorable diagnóstico, el equipo a cargo considera que el tratamiento quirúrgico realizado es suficiente, no siendo necesaria la administración de yodo radiactivo".

En estos casos el cambio de diagnóstico "es algo que suele ocurrir", aseguró el cirujano de cuello Ernesto Ibarra Puente en declaraciones al canal de televisión Todo Noticias.

Según el médico, "este tipo de operaciones puede tener errores", pero defendió la decisión de intervenir ante la eventualidad de que se confirmara el diagnóstico de cáncer.

"El diagnóstico inicial debe haber dado una célula papilar y el cirujano, un prestigioso especialista, decidió la intervención.

Pensemos qué difícil sería la situación de haberle sacado un lóbulo (de la tiroides) y que pasara al revés, que fuera un cáncer y tener que reoperar y sacar la glándula por completo", dijo.

La médica Alicia Gauna, expresidenta de la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo (SAEM), coincidió en que "al confirmarse que se trató de adenomas foliculares, la enfermedad quedó resuelta con la cirugía".

"Es de esperar un posoperatorio sin inconvenientes. La paciente se puede valer por sí misma y sólo hay que tener en cuenta la herida y alguna molestia que se tratan con analgésicos comunes", dijo.

Fernández recibió el alta y antes del mediodía de este sábado abandonó en helicóptero el hospital privado Austral de Pilar (50 kilómetros al norte de Buenos Aires) rumbo a la residencia presidencial de Olivos (periferia norte) adonde proseguirá su convalecencia.

La Mandataria "descansó normalmente y se encuentra en óptimo estado general, en base a todo esto el equipo médico ha autorizado el alta", dijo el portavoz.

La operación, realizada el miércoles, se extendió durante tres horas y media y consistió en la extirpación de la glándula tiroidea.

La noticia sobre su supuesta enfermedad, que la convertía en el quinto jefe de Estado de América Latina en padecer cáncer, había caído como un balde de agua fría en el país sudamericano que la reeligió con más del 54 por ciento de los votos.

La Presidenta había tomado licencia hasta el 24 de enero, periodo en el cual quedó a cargo del Ejecutivo el vicepresidente Amado Boudou, aunque el favorable pronóstico abre especulaciones sobre un retorno anticipado.



La Mandataria estuvo acompañada durante su internación por sus hijos Máximo, de 32 años, y Florencia, de 24, así como por su madre, su hermana y su cuñada, la ministra de Acción Social Alicia Kirchner, hermana del expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), fallecido en 2010 de un infarto.

Cientos de seguidores que se mantuvieron en vigilia desde el miércoles frente al hospital estallaron en aplausos y cánticos al escuchar el parte oficial leído a las puertas del sanatorio rodeado de carteles con leyendas de apoyo a la Mandataria.

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