viernes, 6 de enero de 2012

La inflación brasileña de 2011 fue la mayor en siete años

Brasil terminó 2011 con una inflación del 6,50 por ciento, la mayor para un año desde 2004 (7,60 por ciento) y más de medio porcentual por encima de la de 2010 (5,91 por ciento), informó hoy el Gobierno.

Además de haber sido la mayor tasa en los últimos siete años, la inflación se ubicó exactamente en el techo de la meta que se impuso el Gobierno para 2011, según los datos divulgados por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas.

A partir de 2005 y hasta el 2013 el Gobierno se impuso la meta de alcanzar una inflación del 4,50 por ciento anual, pero ese objetivo admite un margen de tolerancia de dos puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo, por lo que puede llegar a un máximo del 6,50 por ciento.

Como el índice de precios se ubicó exactamente en el techo tolerado, el Gobierno aseguró haber cumplido su meta por octavo año consecutivo, lo que evitó que el Banco Central fuese obligado a presentar ante el Ministerio de Hacienda una explicación oficial, con detalles sobre lo ocurrido y medidas para corregir el rumbo.

Desde que creó el sistema de metas de inflación, en 1999, la tasa apenas superó el objetivo propuesto en 2001, 2002 y 2003.

Pese a que la inflación aumentó en 2011 con respecto a 2010, el país terminó el año con una menor presión sobre los precios. La inflación en diciembre de 2011 fue del 0,50 por ciento, por debajo del 0,52 por ciento medido en noviembre del año pasado y del 0,63 por ciento del mismo mes de 2010.

"La subida de los precios se concentró en el primer trimestre de 2011, cuando la tasa subió un 2,44 por ciento debido principalmente a la elevación de las tarifas del grupo educación (matrículas y material escolar), así como a los aumentos de los precios de los alimentos y de las tarifas de autobús", explicó la economista Eulina Nunes dos Santos, coordinadora de los estudios sobre inflación del organismo estatal.

"En el segundo trimestre los alimentos siguieron presionando la inflación, pero de forma menos fuerte. En el tercer trimestre la presión ya fue mucho menor", agregó.

"La inflación está en trayectoria descendiente y terminó 2011 en 6,5 por ciento tras haber alcanzado un índice interanual del 7,3 por ciento al final del tercer trimestre", alegó el presidente del Banco Central, Alexandre Tomini, en un comunicado.

El presidente del organismo emisor agregó que "otros indicadores refuerzan la percepción de significativo enfriamiento de las presiones inflacionarias".

De acuerdo con Tombini, la inflación retrocederá a lo largo de 2012 y se dirigirá hacia niveles más próximos al centro de la meta oficial.

El organismo prevé que la inflación se ubicará en el 4,7 por ciento tanto en 2012 como en 2013, pero los economistas de los bancos privados proyectan una tasa del 5,32 por ciento para este año.

Los precios de los alimentos, que habían subido un 10,39 por ciento en 2010, acumularon un incremento del 7,18 por ciento el año pasado. Pese a ello los alimentos fueron el sector con mayor impacto sobre la inflación en 2011.

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