La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que está de vacaciones, creará un organismo estatal para controlar los gastos de todas las reparticiones, donde se detectaron desvíos del orden de los 1.000 millones de dólares durante el año 2011.
El Sistema de Informaciones de Costos del Gobierno posiblemente será anunciado este mes por el Gobierno y actuará como una “especie de Big Brother de las cuentas públicas para monitorear la calidad de los gastos”, publicó ayer el diario brasileño Estado de Sao Paulo.
Las denuncias de corrupción causaron la dimisión de seis ministros en 2011 y esta semana el diario O Globo informó que el Ministerio de Integración destinó de forma presuntamente irregular millones de reales para prevenir las inundaciones.
El organismo a ser creado por el Gobierno también procurará disminuir la superposición de tareas que suele ser motivo de gastos repetidos o desvío de dinero. En ese sentido se citó el ejemplo de las Fuerzas Armadas, donde en ocasiones el Ejército, la Marina y la Aeronáutica realizan tareas que podrían ser ejecutadas por una sola arma. De acuerdo con el Gobierno, el desvío de dinero causó perjuicios por 1.000 millones de dólares.
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