La escasez de normas morales propias y la falta de críticas de sus colegas pueden contribuir a explicar los fallos éticos en el mundo financiero que casi arruinaron la economía de Estados Unidos, según un estudio que publicó ayer la revista American Sociological Review.
Un equipo de sociólogos de la Universidad de California, en Riverside, y de la Universidad estatal de California, en Northridge, examinó el comportamiento de más de 350 estudiantes en un experimento en busca de una “sociología de la moralidad”. Durante décadas, los sociólogos sostuvieron que el comportamiento individual está modelado por las expectativas del grupo al que pertenece acerca de cómo actuar en situaciones específicas y bajo presión.
Sin vergüenza
Pero los investigadores, encabezados por Jan Stets y Michael Carter, encontraron que la manera en que los individuos se perciben a sí mismos, en términos morales, también es una motivación importante de la conducta en todo momento.
Los banqueros, especuladores y prestamistas, cuyas acciones contribuyeron a causar la recesión, pudieron actuar como lo hicieron aparentemente sin vergüenza ni culpa, quizá porque sus normas de identidad moral eran muy bajas y porque sus colegas no criticaron esa conducta, explicó Jan Stets.
“La norma de identidad moral de cada uno guía su comportamiento. La persona ve cómo otros reaccionan a este comportamiento: si otros tienen una baja identidad moral y no reprochan el comportamiento ilícito... esa persona seguirá haciendo lo que hacía. Así emergen las prácticas inmorales”, agrega Jan Stets.
Los sociólogos entrevistaron a un grupo diverso de más de 350 estudiantes universitarios en un estudio de dos fases que midió la identidad moral de los individuos y la evaluación del componente moral en situaciones específicas, además de emociones tales como la culpa y la vergüenza.
“Encontramos que los individuos con una fuerte identidad moral son más propensos a comportarse moralmente, en tanto quienes tienen un bajo grado de identidad moral son menos propensos a comportarse moralmente”, indica el artículo, que hace hincapié en la herencia moral de la familia que determina el comportamiento individual.
Una ética dudosa
Trampa El estudio sociológico demostró que algunos estudiantes preferían hacer trampa para alcanzar un objetivo, por pequeño que fuese.
Educación Aquellos estudiantes que provenían de familias con principios sólidos, eran menos propensos a caer en las redes de la corrupción. “Los liberales son fácilmente corrompibles”, dice el estudio.
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