Naciones Unidas/El Cairo. La cifra de víctimas de la represión en Siria desde que comenzaron las protestas contra el régimen de Bachar al Asad, hace once meses supera con creces los 7.500 muertos, informó ayer Naciones Unidas, pese a reconocer que en estos momentos no puede ofrecer un número exacto de fallecidos. El subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, afirmó que aunque no se puede dar una cifra exacta de víctimas, hay informes creíbles que muestran que el número de muertos excede los 100 civiles al día, entre ellos muchas mujeres y niños. "La cifra total está seguro muy por encima de los 7.500".
Pascoe, que informó al Consejo de Seguridad de la situación general en Oriente Medio, dijo además que "el uso desproporcionado de la fuerza y la agresión militar contra la población civil por parte de las autoridades llevó a las fuerzas de la oposición pacíficas a recurrir a la resistencia armada".
El periodista. El periodista británico Paul Conroy llegó ayer al Líbano tras salir de Siria, donde resultó herido por los bombardeos sobre la ciudad de Homs, mientras que existe incertidumbre acerca del paradero de la reportera francesa Edith Bouvier. Un portavoz de la red opositora Comités de Coordinación Local, Emad Hosari, aseguró que ambos ya fueron evacuados de Siria con destino al Líbano para ser tratados de sus heridas.
intervención. El presidente del Consejo Nacional Sirio, Burhan Galiun, aseguró ayer que su grupo, organización opositora en el exilio, no se opone a una intervención militar extranjera, y que se haga en el marco del plan de la Liga Árabe. EFE
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