miércoles, 22 de febrero de 2012

Yemen puso punto final a la era de Alí Abdala Saleh

Yemen puso ayer oficialmente fin a la era de Alí Abdala Saleh, después de casi 34 años de poder, con la elección al cargo de presidente provisional de su vicepresidente, Abd Rabbo Mansour Hadi, en una jornada que se vio opacada por actos de violencia que provocaron ocho muertos en el sur del país, donde el movimiento separatista declaró el boicot al escrutinio.

Yemen se convirtió así en el cuarto país en un año -luego de Túnez, Egipto y Libia- en ver la caída de un régimen en el poder por décadas, pero en este caso con un compromiso para la transición. El acuerdo, patrocinado por los países árabes del Golfo y apoyado por la ONU, Estados Unidos y la Unión Europea, prevé que Hadi se quede en el cargo por dos años, dentro de los cuales se pondrá en marcha una nueva Constitución y la realización de elecciones multipartidistas.

Pero el difícil desafío que el nuevo presidente deberá afrontar, en un país más empobrecido por una revuelta que duró un año, fueron hechas evidentes por la violencia de ayer.

Según fuentes locales, el 50% de las mesas electorales fueron cerradas a mitad de jornada en la ciudad de Adén, por ataques e intimidaciones de miembros de un movimiento separatista que quieren la independencia.

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