Un tribunal guatemalteco sentenció ayer a penas de más de 7.700 años de prisión a cinco paramilitares acusados de participar en 1982 en una matanza de 256 indígenas en una aldea del norte de Guatemala.
El Tribunal de Alto Impacto condenó a cinco expatrulleros de Autodefensa Civil, los grupos paramilitares que actuaron bajo la anuencia del Ejército durante el conflicto armado con las guerrillas marxistas que luchaban por tomarse el poder.
Todos los procesados, entre ellos también un comisionado militar, fueron hallados culpables de los delitos de asesinato y contra los deberes de la humanidad por la muerte de 256 pobladores, entre hombres, mujeres y niños, en la aldea ubicada en Rabinal, Baja Verapaz, a unos 45 kilómetros al norte de la capital.
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