viernes, 16 de marzo de 2012

Un crucero con seis tiburones a bordo, el último capricho de Hanibal Gadafi

Hanibal Gadafi tenía un sueño: un tanque de vidrio con seis tiburones vivos a bordo de un crucero. Una inusual afición la del hijo de 36 años del difunto dictador libio, que tenía como objetivo servir de entretenimiento a los 3.500 pasajeros. Para su desgracia, nunca llegó a ver su proyecto terminado, según reza el diario 'Financial Times'.

El retoño del derrocado líder árabe, que controlaba la industria y los puertos marítimos del país, se esforzó por crear 'La Fenicia', un crucero con "estilo", repleto de columnas de mármol, espejos de marcos dorados y estatuas enormes.

Sin embargo, la salida del poder de la familia Gadafi impidió que su sueño se hiciese realidad. El depósito de 120 toneladas de agua de mar con dos tiburones toro, dos tiburones blancos y dos tiburones punta negra, quedó en el olvido. Y también con ellos el grupo de biólogos especializados que pensaba contratar para que los atendiese y controlase.

Actualmente el 'ejemplar' de Hanibal Gadafi se encuentra en proceso de compra. Uno de los mayores operadores de buques de cruceros del mundo, 'MSC Cruceros', está interesado en él.

"Yo personalmente desconozco el porqué, pero quería un tanque de tiburones", declaró Pier Francesco Vago, director ejecutivo de 'MSC Cruceros', cuya compañía lleva nueve meses de negociaciones para adquirir la nave.

Hanibal Gadafi, que vive actualmente en el exilio en Argelia, era conocido por su temperamento violento y por su especial falta de interés en la política.

Ante esto, los críticos sostienen que el control de la industria marítima no era más que una excusa del hijo libio para recaudar fondos, ya que ignoraba el mal estado de conservación de las infraestructuras.

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