sábado, 16 de junio de 2012

El mundo está pendiente de las elecciones en Grecia

Gobiernos y empresas de todo el mundo están en alerta roja a la espera de los resultados de las elecciones griegas, que pueden suponer la salida del país de la Eurozona.

En Estados Unidos muchas compañías cancelaron la celebración del Día del Padre para prepararse contra el “tsunami” financiero que una eventual salida de Grecia de la moneda común europea puede desatar en la apertura de los mercados. “Realmente no creo que vaya a pasar nada, pero preferimos estar preparados”, asegura Joe Carrier, director de la financiera Legg Mason.

Aunque, por cuestiones horarias, serán los mercados asiáticos los primeros en sentir el golpe. “Por esa razón, los bancos están llamando a personal adicional para trabajar el fin de semana. Estos efectivos de emergencia permanecerán pegados a la pantalla para seguir el escrutinio griego”, dice Toby Lawson, broker de Newedge, quien asegura que la respuesta será mucho más “frenética” por la situación de los mercados.

Aunque la Unión Europea niega oficialmente que contemple tal escenario, estudia con discreción cómo afrontar una eventual salida de Grecia y el efecto contagio de la crisis que puede desencadenarse, según han reconocido varias fuentes.

Con vistas a la cumbre de líderes europeos de finales de mes, la UE tiene sobre la mesa propuestas de gran calado para intentar cerrar la crisis del euro, como la unión financiera y fiscal que debería construirse sobre la base de una mayor y efectiva coordinación de las políticas económicas nacionales.

Con un ojo sobre España

En otro país en crisis, España, el Fondo Monetario Internacional le exigió al Gobierno de Mariano Rajoy que aumente el IVA inmediatamente en lugar de esperar a 2013 y apruebe lo antes posible un recorte en los sueldos de los funcionarios para reducir el déficit, señala ANSA.

La entidad advirtió de que si España no aplica esas medidas sobrepasará “significativamente los objetivos” marcados en su plan de estabilidad y quedarán rotas las promesas del Ejecutivo español de ajustar la economía para salvar la zona euro.

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