Italia tiene casi un millón de trabajadores de entre 35 y 64 años de edad sin puesto laboral, según datos oficiales del primer trimestre de 2012, otro guarismo de la crisis y que no se registraba desde hace ocho años.
Un dato similar había quedado apuntado en el primer trimestre de 2004 y jamás había llegado a niveles tan alarmantes, de acuerdo al ente oficial de estadísticas de ese país (Istat).
Los nuevos valores numéricos entregan un dato que no es menor, pues contrario a lo que se creía los “contratos chatarra” o las prestaciones laborales a término no son un mal que sólo impacta en la franja juvenil, pues en los que ya no son un “ragazzo” (jovencito) ese modalidad de trabajo es de 43,8%.
Así, entre 35 y 64 años se registra una tasa de contratos a término más alta que el promedio general de todas las edades que es de 30,2%, según se desprende de las valoraciones del Istat.
La mayor parte de las nuevas contrataciones en esa banda de edad se realiza a través de contratos de caducidad y no con incorporaciones definitivas a los puestos de trabajo, con lo que la “flexibilidad” ya no es una rareza entre los adultos en Italia, que encara una fuerte reforma laboral con resistencias.
Las estadísticas indican que entre los menores de 35 años, los que no tienen contrato fijo suman 1.251.000 personas (56% del total). Sumando a todos los trabajadores italianos con contrataciones precarias suman 2,2 millones, un nuevo récord pues ese nivel tan alto no se registraba desde el primer trimestre de 1993. Es un 13% del total de todos los trabajadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario