El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, suspendió ayer su viaje a Río de Janeiro, para participar en la Cumbre Río+20, ante la situación generada en el país tras la muerte de 17 personas en un choque armado entre policías y campesinos.
“El motivo (de la suspensión del viaje) es la situación reciente que vivió el país y le pareció prudente al Presidente finiquitar todos los trámites relativos a esos hechos”, dijo a EFE un portavoz de la Presidencia paraguaya.
“Básicamente es porque le pareció pertinente permanecer en el país en función de los acontecimientos”, añadió la fuente en alusión al enfrentamiento a balazos registrado el viernes pasado en una hacienda del departamento de Canindeyú, al noreste de Asunción y colindante con el estado brasileño de Paraná.
Quien sí viajará a Río de Janeiro para asistir a la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20 es el canciller paraguayo, Jorge Lara Castro.
El jefe de Gabinete del Gobierno, Miguel López Perito, anunció a la prensa que se va a conformar una comisión investigadora para que se esclarezcan los hechos. En cuanto a lo estrictamente judicial, las pericias en la zona son encabezadas por los fiscales Diosnel Giménez, Jalil Rachid y Ninfa Aguilar.
Al momento, 12 campesinos fueron detenidos e imputados por varios cargos, entre ellos homicidio doloso, y las autoridades tienen órdenes de captura para otros 46.
Entretanto, los dirigentes campesinos de la zona afectada denunciaron abusos y persecución por parte de la Policía y exigieron indemnizaciones para los familiares de los fallecidos.
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