martes, 26 de junio de 2012

¿Por qué pocos protestaron por la salida de Lugo?

El momento más álgido fue el viernes en la noche y fue breve. Ocurrió cuando se conoció que el Senado paraguayo, por mayoría casi unánime, destituía al presidente Fernando Lugo. Hubo escaramuzas, algunas balas de goma, choques entre manifestantes y policías, y después silencio.

Los cientos de simpatizantes que se agruparon frente al Legislativo se retiraron lentamente y no hubo más manifestaciones.

En Asunción quedó una calma y una normalidad que contrasta con el presunto descontento que habría en algunos sectores de la población por la salida de Lugo.

El sábado volvieron a abrir las tiendas, los restaurantes. Se vio a gente paseando y a vendedores ofreciendo comida en las veredas. Como si no se hubiese dado un abrupto cambio de Gobierno.

Pero lo que varios presidentes de la región han llamado “golpe de Estado” encuentra eco entre muchos paraguayos. Incluso pese a que la destitución se efectuó siguiendo paso a paso lo que dictamina para un juicio político la Constitución Nacional. “Fue un atropello. Si lo eligió el pueblo, lo tiene que haber quitado el pueblo”, señaló Shirley, una de varias personas a quienes BBC Mundo se acercó en las calles.

“A mí no me gustaba Lugo, pero lo que le hicieron está mal. Es totalmente antidemocrático, deberían haberlo dejado terminar su gobierno porque fue elegido democráticamente en elecciones libres”, señaló otra entrevistada, María Teresa.

Para algunos observadores y analistas, la falta de protestas no significa un acuerdo con la forma en que ocurrió el cambio de Gobierno. “Estamos en silencio porque se están buscando estrategias para revertir la situación. No significa que estemos tranquilos”, afirmó Zulma.

Pocas horas después de oficializarse la destitución de Lugo, el principal asesor de prensa del ahora presidente, Federico Franco, se presentó en la televisión estatal. El asesor Cristian Guzmán, como se puede ver en un video subido a YouTube por empleados del canal, exigió la grilla de programación para saber qué contenidos saldrían al aire. Los directivos del canal denunciaron que fue un intento de censura y varios renunciaron en protesta.

Según el sociólogo Marcial Cantero, la ausencia de masivas protestas en las calles se debe a una confluencia de factores, pero el principal quizás se centra en el propio ex obispo. “Lugo fue perdiendo respaldo popular en forma creciente, incluso sus más allegados venían frustrados por sus vaivenes y vacilaciones, y sus medidas favorables a los grandes empresarios”, dijo a BBC Mundo. Una de las áreas que se le señala en Paraguay de no haber cumplido se refiere a la reforma agraria y el eterno problema de las tierras para los campesinos.

Además, en 2010 el censo nacional mostró un aumento del índice de desigualdad en el país en los dos primeros años del Gobierno de Lugo. “Todas sus medidas en el plano de tierras tenían un alto contenido antipopular, no hubo una sola desocupación sin desalojo, lo que fue un récord que ostentó orgullosamente”, aseveró Cantero.

Fue justamente un desalojo el que a la postre significó su fin en la Presidencia. En un incidente aún no aclarado del todo murieron 17 personas, entre policías y campesinos que eran desalojados. “Lugo perdió al Partido Liberal de su coalición al nombrar como ministro a un hombre del Partido Colorado (opositor), por lo que los liberales vieron que una alianza dejaba de tener sentido”, comentó Cantero. “Y además perdió el apoyo de varios gremios importantes y la Iglesia Católica, esta última por los escándalos de su paternidad”.

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