Las Primarias republicanos terminaron ayer. Y mañana se conoce el veredicto del Supremo sobre la reforma sanitaria de Barack Obama. Así que, en cierto sentido, hoy es un día de tregua y expectación en la campaña electoral de EEUU. Pero, a la espera de lo que decida mañana el Supremo, —que, en principio, no debería ser demasiado favorable a Obama, dado que el tribunal está controlado por los republicanos—, hay un par de ideas claras.
La primera es que Romney es un candidato con más posibilidades que las que gran parte de los medios de comunicación le han atribuido. Un sondeo de la cadena de televisión NBC y del diario ´The Wall Street Journal´ da a Obama una intención de voto del 47 por ciento , frente al 44 por ciento de Romney. Es decir, ambos están en un empate técnico.
Otros sondeos dejan también en tres puntos la ventaja de Obama en el estado de Ohio, que puede ser clave en las elecciones. El súbito frenazo de la economía parece el principal factor que explica la relativamente poca popularidad del presidente.
A ello se suma el hecho de que Romney está recaudando más que Obama, algo absolutamente excepcional en Estados Unidos donde, casi por definición, el presidente logra más donaciones que el aspirante.
Claro que eso no sólo se debe a que Obama no tenga ahora la capacidad de movilización de hace cuatro años, sino a que la nueva legislación sobre la financiación de las campanas permite a las empresas hacer donaciones ilimitadas a los republicanos.
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