viernes, 27 de julio de 2012

FMI: las medidas de ajuste agravarán la recesión en España en 2012 y 2013

El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera una recesión más profunda en España en 2012 y 2013 con contracciones de la economía del 1,7 por ciento y el 1,2 por ciento, respectivamente debido a las últimas medidas de ajuste anunciadas por el Gobierno, dijo hoy el organismo.

"Las nuevas medidas de consolidación fiscal tendrán un impacto significativo en el crecimiento, especialmente en 2013", indicó hoy el FMI en el informe final del Artículo IV sobre la economía española, cuyas previsiones para el año próximo son mucho más pesimistas que la contracción del 0,5 por ciento que espera el Gobierno.

El Fondo, que incluye en sus cálculos por primera vez las medidas de ajuste de 65 mil millones de euros aprobadas por el Ejecutivo este mes, empeoró su previsión de caída del Producto Interior Bruto (PIB) para este año en dos décimas y la duplicó para el 2013.

El informe indica que la economía española volverá al crecimiento en 2014, con una expansión del 0,9 por ciento, que continuará hasta 2017, horizonte máximo de las previsiones del FMI, cuando se espera un incremento del 1,7 por ciento.

El Fondo reconoce que tras los ajustes del déficit esperados para 2012 y 2013 estará más en línea con los objetivos pactados con Europa, aunque podrían ser necesarias más medidas en el futuro, como una nueva subida del IVA "para 2014 y más allá", advirtió.

Ya en la presentación de las conclusiones previas de este mismo informe el mes pasado, el FMI pidió una subida inmediata del IVA, reducción de salarios públicos y rebaja de algunas prestaciones sociales, recomendaciones que coincidieron con las medidas adoptadas posteriormente por el Gobierno español.

Según los nuevos datos del FMI, el déficit pasará del 8,9 por ciento del año pasado al 6,3 por ciento en 2012 (como prevé el Gobierno), para desviarse tan solo dos décimas frente al 4,5 por ciento que esperan las autoridades españolas en 2013, hasta el 4,7 por ciento.

Pese a ello, el Fondo no cree que España consiga bajar del 3 por ciento de déficit hasta el 2016, pese a los compromisos adoptados con Bruselas para situarlo en el 2,8 por ciento en 2014.

El informe señala que tras los ajustes el desempleo aumentaría, al igual que la inflación, y se reducirá la demanda interna, aunque mejorará la balanza por cuenta corriente y se conseguirá detener el aumento de la deuda en 2015, cuando de alcanzar el 97 por ciento del PIB.

El jefe de la misión del FMI en España, James Daniel, dijo hoy que el país ha adoptado "políticas muy positivas", pero es clave que la aplicación de las reformas se realice "ahora", al tiempo que la Unión Europea debe "jugar un papel proactivo".

Daniel indicó que las comunidades autónomas españolas deben cumplir sus obligaciones de reducción de déficit "para mostrar a los mercados que toda España está comprometida" con las reformas.

El responsable del FMI aseguró que el desempleo es "inaceptablemente alto, especialmente entre los jóvenes", aunque dijo confiar en que la reforma laboral aprobada por el gobierno del presidente Mariano Rajoy dé los resultados esperados, algo que, de todos modos, "llevará tiempo".

En las previsiones presentadas hoy, el FMI pronostica que la tasa de paro anual llegue al 24,9 por ciento este año y no baje hasta índices menores del 23 por ciento hasta 2016.

Las reformas deberían de permitir "una mejora gradual de las condiciones de financiación y una mejora del mercado de trabajo (ayudado por la reforma laboral), del empleo, el consumo privado y la inversión en capital fijo", según el informe.

"Las perspectivas son difíciles", reconoce el Fondo, que asegura que "la gran consolidación fiscal es inevitable", mientras que la presión de la prima de riesgo dificulta el acceso de España a los mercados y añade una presión adicional.

El jefe de la misión del FMI en España no quiso especular sobre el tiempo que el país puede sostener el pago de unos intereses altas para financiarse, aunque recordó que en caso extremo el Banco Central Europeo (BCE) es clave y "debería mostrar un rol activo".

"La tensión en los mercados podría intensificarse más, amenazar el acceso a los mercados, particularmente si las políticas (de reforma) no consiguen detener las salidas de flujos de capital y empeora la situación en otras partes de la zona euro", indica el Fondo.

En este sentido, el FMI reconoce la importancia de que se aborde la recapitalización y reestructuración de entidades financieras débiles y se evalúen las condiciones del sector financiero banco por banco.

"Si se implementa en su totalidad, en combinación con la asistencia financiera europea, estas políticas completarían sustancialmente las necesidades de reestructuración del sector", asegura el FMI.

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