martes, 11 de septiembre de 2012

Opositor de Chávez promete subir 25% el salario mínimo de los venezolanos




El candidato opositor venezolano, Henrique Capriles Radonski, prometió este lunes subir 25% el salario mínimo a partir del 10 de enero de 2013, día en que el vencedor de las elecciones del próximo 7 de octubre asumirá el poder.

A gritos de "Se ve, se siente, Capriles presidente", el candidato que busca arrebatar la presidencia a Hugo Chávez tras casi 14 años en el poder, fue recibido en la Universidad Metropolitana, en Caracas, donde expuso durante una hora y media las princiaples líneas de su programa para los primeros 100 días de su eventual gobierno.

"Voy a subir el salario mínimo de 2.000 bolívares (465 dólares, al cambio oficial) a 2.500 bolívares (581 dólares al cambio oficial) a partir del 13 de enero de 2013", anunció ante un auditorio formado por unas mil personas, que le respondieron con grandes gritos.

Este mes de septiembre entró en vigor el segundo tramo de la subida escalonada que prometió el gobierno en abril de 1.548 a 2.047 bolívares, lo que según Chávez coloca a Venezuela "en el primer lugar en salario mínimo en América Latina".

Sin embargo, Capriles recordó que esa afirmación está basada en el cambio oficial que rige en el país desde 2003, actualmente a 4,3 bolívares por dólar, una tasa muy inferior al precio paralelo del billete verde que circula en la calle, cuyo valor está prohibido por ley difundir.

El salario mínimo de 2.000 bolívares "es una cifra muy inferior (en términos de poder adquisitivo) a lo que el gobierno quiere hacernos creer", dijo el candidato, que se comprometió a irlo ajustando al nivel de la inflación.

En 2011, la inflación en Venezuela cerró en 27,6%, la más alta de América Latina, y para 2012 el gobierno espera mantenerla por debajo del 20%, si bien varios analistas esperan que sea superior.

Capriles, ex gobernador del estado de Miranda, prometió crear 500.000 empleos cada año en un país donde "seis millones de personas" están desempleadas o viven en la economía informal, y desvincular a los funcionarios de la política.

"Nadie estará obligado a entregar un día de salario para servir a un partido político", dijo.

El candidato ocupó parte de su discurso con la cuestión de la seguridad y la violencia. Entre otras cosas prometió depurar y fortalecer los cuerpos oficiales e impulsar un gran plan de desarme. "El que tenga un arma ilegal, o la entrega o vamos a por ella".

Capriles mostró su habitual tono conciliador en un país completamente polarizado, y prometió gobernar para todos los venezolanos, sin insultar a la oposición. "A los de la franela roja (el color del chavismo) les digo que a partir del 10 de enero de 2013 seremos una sola Venezuela".

AFP

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