domingo, 23 de septiembre de 2012

Venezuela en las urnas

ELECCIONES | VENEZUELA ESTÁ A PUNTO DE VIVIR UNAS ELECCIONES POLÉMICAS QUE INCLUYEN AMENAZAS DE UNA GUERRA CIVIL.

Entre acusaciones y provocaciones, el clima político de Venezuela, rumbo a las elecciones generales del 7 de octubre, se tensa cada vez más.

Recientes enfrentamientos entre oficialistas chavistas y opositores caprilistas, demuestran que las elecciones presidenciales no van a ser una taza de leche en ese país donde, desde hace 13 años, Hugo Chávez Frias (58 años) ocupa el palacio de Miraflores.

En estas elecciones entre Henrique Capriles y Hugo Chávez, parece que todo vale. Y la contienda alcanza hasta a las cifras. Actualmente también hay una guerra de encuestas. Por un lado, la reconocida Datanalisis da como triunfador a Chávez con una ventaja de 15 puntos, por el otro están tres firmas que aseguran que la contienda electoral es en realidad mucho más apretada y que los candidatos están empatados. Y hay también un par de encuestas que colocan a Capriles adelante, por un pequeño margen.

EL CONTENDIENTE

Henrique Capriles es abogado especializado en Derecho Económico y tiene 40 años. Ha sido gobernador del Estado de Miranda y alcalde de la ciudad de Baruta. No está casado ni tiene hijos. Se autodefine progresista, cristiano, católico y mariano (devoto de la Virgen María). Le dicen el Flaco, apodo vigenwwte hasta la actualidad y que le ha servido a Hugo Chávez para ironizar en sus discursos sobre sus rivales. “Majunche” que significa mediocre y “majabola” son los adjetivos descalificativos favoritos del mandatario venezolano cuando se refiere a Capriles, quien de niño soñaba con ser beisbolista profesional, igual que Hugo Chávez.

Capriles, cuyas iniciales son las mismas que las del presidente de Venezuela, es conocido por ser un gobernador “de calle” que viaja en moto, viste pantalones deportivos y gorra. Proviene de un hogar vinculado con el sector empresarial y productivo. Sus familiares han estado ligados con el periodismo, con el deporte y con el espectáculo. Incluso sus parientes maternos tienen una cadena de cines.

Su vida política empezó en 1998, cuando tenía 25 años. Ahí fue elegido diputado para el congreso de la República. Luego fue nombrado, por consenso, presidente de la Cámara de Diputados y vicepresidente del Parlamento.

En 2004 estuvo preso durante cuatro meses debido a que se constató su intervención durante la revuelta contra Hugo Chávez, que obligó al mandatario a dejar el poder por unas horas.

Cámaras de televisión captaron a Capriles entrando luego de que en 2002 decenas de manifestantes originasen disturbios en las afueras de la embajada de Cuba, buscando a los funcionarios del gobierno de Hugo Chávez, a quien un día antes la oposición le obligó a dejar el poder que retomó horas después.

Capriles fue a la Embajada como mediador, según sus tallegados. En el lugar pidió revisar la sede para constatar que funcionarios de Chávez no estuviesen ahí refugiados. Por esos hechos, el 16 de marzo del 2004 se le emite una orden de captura. Le reabrieron el juicio en tres ocasiones, pero en ninguna lo encontraron culpable.

En su propuesta actual, Capriles dice que de ganar la Presidencia no regalará los casi 7.000 millones de dólares anuales que, afirma, entrega el gobierno de Chávez a otros países, como Ecuador y Bolivia.

También ha asegurado que Venezuela volverá a la Comunidad Andina de Naciones (CAN), de la que se retiró definitivamente el año pasado. Y que no permitirá el paso de guerrilleros, paramilitares y secuestradores en su territorio.

Su estrategia política, aunque novedosa, no está exenta de vacíos y obstáculos. Hace poco los partidos Unidad Democrática, Piedra, Manos por Venezuela y Cambio País decidieron abandonar la Mesa de Unidad Democrática que postula aCapriles a la presidencia al enterarse de las medidas de gobierno que este impulsaría en caso de ganar los comicios.

Las medidas incluyen la disminución del gasto público, el recorte de pensiones y la incorporación del sector privado en áreas medulares para la generación de electricidad.

Esta maniobra de alejamiento ha sido considerada por Capriles como una jugada sucia del Gobierno, a quién también acusa de promover los enfrentamientos que resultaron en el destrozo de un aeropuerto venezolano y bloqueos camineros.

Capriles asegura que, por el contrario, sus intenciones si llega a la presidencia, serán garantizar la seguridad a los ciudadanos y elevar los salarios más bajos. Ante las críticas a su programa, ha tomado distancia de muchas propuestas de corte neoliberal y prometió mantener parte de las políticas sociales que lleva adelante el Gobierno y que permitieron una reducción de la pobreza.

¿GUERRA CIVIL?

Por su lado Hugo Chávez ha dicho que ganar los comicios presidenciales “es una necesidad” nacional y mundial, porque “una derrota de la Revolución Bolivariana sería una derrota” para el “mundo nuevo que está naciendo”.

De acuerdo al periódico El Nuevo Herald, Chávez ha asegurado que habrá guerra civil si no gana las elecciones. Varios analistas dijeron que este es un pronunciamiento de suma irresponsabilidad para un presidente.

“¿Qué significa de boca de un presidente, que es jefe de las Fuerzas Armadas y que a su vez tiene bajo su mando a las milicias armadas, cuando dice voten por mi porque si yo no gano vamos a una guerra civil? ¿Cómo se pueden realizar elecciones libres bajo ese tipo de amenaza?”, pregunta el analista político Esteban Gerbasi.

“Es un acto demencial. En un país serio, ante un pronunciamiento como este, un magistrado de la Sala Constitucional de la Corte Suprema saldría con un par de enfermeros para colocar al presidente dentro de una camisa de fuerza”.

El presidente Chávez ha intentado distanciarse de su propio pronunciamiento, señalando que había sido mal interpretado por los medios de comunicación. Las declaraciones del mandatario, ampliamente divulgadas por la prensa internacional, fueron: “¿Qué les conviene? ¿Una guerra civil? Sólo le conviene a la derecha fascista encarnada por el majunche. Hasta los ricachones, hasta a las familias ricas que les gusta la tranquilidad, les interesa que gane Chávez”.

Lo cierto es que la agria contienda que se definirá en un par de semanas, que la tragedia ocurrida en la refinería petrolera de Amuay, donde murieron 42 personas y ocho desaparecieron, está siendo usada por ambos bandos para desacreditarse. Sin duda Venezuela vivirá unas elecciones de infarto. (El Nuevo Herald, El Universo, Dinero.com).


No hay comentarios:

Publicar un comentario