Cuando en mayo de 2011 los estudiantes de secundaria y universitarios en Chile tomaron las calles para reclamar por una educación pública gratuita y de calidad, pocos imaginaron que más de un año después continuarían con sus movilizaciones y que alcanzarían más credibilidad que el Gobierno, el Congreso y los partidos políticos chilenos.
El movimiento fue encabezado por Camila Vallejo, Giorgio Jackson y Camilo Ballesteros, quienes pidieron una reforma. ¿Cómo logró este grupo de jóvenes concentrar tanto poder?
Según la reciente encuesta del Centro de Estudios Públicos de Chile (CEP), los estudiantes tienen más credibilidad que el Gobierno, el Congreso y los partidos políticos en Chile.
Noam Titelman, vocero de la poderosa Confederación de Centros de Estudiantes de Chile (CONFECH), aclara que este fenómeno no nació de la noche a la mañana. “Muchos de los universitarios que hoy participan en las movilizaciones protagonizaron la llamada ‘Revolución de los Pingüinos’ en 2006”, recordó. Con ese nombre se bautizó una seguidilla de protestas contra el Gobierno de Michelle Bachelet. En su momento, las autoridades ofrecieron soluciones, pero las iniciativas no prosperaron.
Según la experta en Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, Claudia Sanhueza, incluso antes de este siglo el movimiento estudiantil ya tenía mucho peso en Chile. “Los estudiantes fueron los primeros en protestar contra la dictadura de Pinochet en los años 80”.
Según Titelman, la fuerza de este movimiento es la empatía con la gente, por el elevado precio de la educación. “La mayoría de las familias chilenas tiene a algún miembro en el colegio o la universidad o paga deudas universitarias del pasado por años”, asegura el vocero y dirigente.
Datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que Chile tiene la educación superior más cara del mundo. El 70% de los universitarios recurre a un crédito, lo que les deja endeudados durante años.
Un proyecto del Gobierno propone que el Estado se ocupe de manejar esos préstamos. Los estudiantes siguen inconformes. La última manifestación del jueves 11 concentró a 60.000 personas en Santiago de Chile.
Unión exitosa
Unión La mayoría de los expertos coincide en que los jóvenes han logrado mantener el apoyo ciudadano, a pesar de que el Gobierno ha minimizado los alcances de la protesta.
Importancia Tanto los colegios como las universidades tienen una fuerte tradición de organismos internos que los representan. Cada instituto tiene asambleas, en las que se opina y vota sobre cada medida.
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