martes, 29 de enero de 2013

El ministro de Defensa egipcio advierte de un posible "colapso del Estado"

El ministro de Defensa egipcio, Abdel Fatah el Sisi, ha advertido de que la crisis que vive el país puede llevar al colapso del Estado, informó hoy el portavoz de su departamento, Ahmad Mohamed Ali, en su página de Facebook.

"La continuación del conflicto entre las distintas fuerzas políticas y sus discrepancias sobre la administración de los asuntos del país puede llevar al colapso del Estado y amenaza el futuro de las próximas generaciones", dijo El Sisi, que es también comandante en jefe de las Fuerzas Armadas egipcias.

El Sisi hizo estas declaraciones durante un encuentro con estudiantes de una academia militar.

El ministro afirmó, además, que "los desafíos y los conflictos políticos, económicos, sociales y de seguridad que afronta Egipto en la actualidad suponen un amenaza verdadera para la seguridad y la unidad del país".

"La continuación de esta escena sin que sea resuelta por todas las partes llevará a consecuencias graves que influirán en la estabilidad", apuntó El Sisi.

Ante este panorama, aseguró que las Fuerzas Armadas permanecerán como "la columna fuerte sobre la que se basa el Estado egipcio".

En ese sentido, el despliegue del Ejército en las provincias de Port Said y Suez (noreste) "tiene el objetivo de proteger objetivos cruciales y estratégicos del Estado, sobre todo el canal de Suez, que nunca permitiremos que sea tocado", destacó El Sisi.

Y reconoció que las Fuerzas Armadas afrontan un problema a la hora de no interferir en el derecho de los ciudadanos a manifestarse y proteger a su vez las instalaciones "cruciales" que afectan a la seguridad nacional.

Eso requiere, en su opinión, que las protestas sean pacíficas para evitar la violencia.

Ayer, la Cámara alta del Parlamento, que ha asumido todo el poder legislativo por la disolución de la Cámara baja, aprobó un proyecto de ley presentado por el Gobierno, que autoriza al Ejército a velar por la seguridad y a detener a civiles. Más de cincuenta personas han muerto en Egipto desde el viernes pasado cuando comenzaron los disturbios con motivo de la conmemoración del segundo aniversario del inicio de la revolución que derrocó al régimen de Hosni Mubarak.

A esos choques se sumaron el sábado los enfrentamientos desencadenados en Port Said (noreste) entre manifestantes y policías tras conocerse la decisión de un tribunal de recomendar la pena de muerte para 21 acusados por participar en la matanza de 74 personas hace casi un año en el estadio de fútbol local.

Anteayer, en un intento de frenar la violencia, el presidente egipcio, Mohamed Mursi, declaró el estado de emergencia y el toque de queda en Suez, Ismailiya y Port Said, pero anoche miles de personas desafiaron esas medidas saliendo a las calles.

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