Una forma de relacionarse con el mundo que desde hace tiempo ya no le basta al dudar de "si es suficiente para los problemas de este mundo hablar solo con el arte o entrar a participar como ciudadano".
Lejos de su aspecto defiende una sociedad culta. Aunque estudió Derecho, Franz, de 53 años, orientó su vida hacia el arte para no tener que cooperar con el totalitarismo del entonces régimen comunista, al que aborrecía.
Lejos del aspecto feroz que le da su rostro tatuado, Franz defiende "una sociedad educada, culta y tolerante, que no reivindique solo derechos, sino que se asuma deberes", entre ellos el de la responsabilidad.
Una responsabilidad que incluye la de elegir buenos gobernantes que sirvan a la cosa pública. "Pero para ello hace falta formación jurídica y económica", añade.
También tiene placeres mundanos. Sus críticas también van contra la Unión Europea y lo que considera su "administración hipertrófica".
Entre sus libros favoritos cita con gusto a "El señor de los anillos" y reconoce que "la mitad de mis composiciones de música culta están basadas en textos del Antiguo y Nuevo Testamento".
Pero este profesor universitario tiene también placeres más mundanos. "Rebozarme en la arena en una playa de las Islas Canarias (España), donde voy con frecuencia a veranear a casa de un amigo", reconoce.
'Las elecciones no son un concurso de belleza', dice. Franz, fue la gran sorpresa en las encuestas para las elecciones a presidente de la República Checa. No pertenece a ningún partido verde, aunque por sus tatuajes se le conoce como "el candidato verde". Se postuló como independiente y su campaña electoral se basó en su Facebook y en los apoyos que está obteniendo en las redes sociales.
Su programa es sencillo, apela a la responsabilidad de los políticos y a que no tengan privilegios, de ahí que diga que sus tatuajes son su "pequeño jardín privado". Y añade: "Ellos no son un obstáculo, se agregan valor, porque las elecciones no son un concurso de belleza. Se trata de la tolerancia".
Con pocas opciones de ganar. Con unos votos que pueden superar el 10%, Franz no tiene opciones de ganar, ya que la victoria estará entre Jan Fischer, un tecnócrata que estuvo al frente del Gobierno entre mayo de 2009 y junio de 2010, y su rival más directo, Milos Zeman, un histórico político socialdemócrata de 68 años.
Pero el "candidato verde" ha conseguido su esencial objetivo, llamar la atención y meter algo de miedo a toda la política tradicional.
Apuntes
• El hombre no tenía pensado incursionar en la vida pública de su país de esta manera, pero un grupo de amigos y admiradores lo animó para enlistarse como posible presidente de la nación europea.
• Resulta por lo menos un motivo de reflexión que si bien en la política la gente está acostumbrada a ver personajes de traje y corbata, de faldas grises y joyas discretas pero suntuosas, ensayando a cada momento gestos acartonados y un tanto en los que siempre cabe la sospecha de la falsedad y la hipocresía, la actitud de Vladimir Franz es por lo menos admirable.
• El atípico Vladimir Franz lucha contra otros nueve candidatos por pasar a la segunda ronda de las elecciones presidencial de la República Checa.
Polémica
Históricas elecciones presidenciales checas directas
Aspirantes. Dos exprimeros ministros, un socialdemócrata y un independiente, son los candidatos con más opciones de convertirse en el nuevo jefe del Estado checo tras el proceso electoral que comenzó ayer, una vez cerrada una campaña salpicada de polémicas y de descalificaciones personales.
Favoritos. Los principales aspirantes a presidir el país son Milos Zeman, que lideró durante años el Partido Socialdemócrata (CSSD), y Jan Fischer, un experto en estadística que no tenía experiencia política hasta que en 2009 fue colocado al frente de un Gobierno de tecnócratas en medio de una profunda crisis política.
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