domingo, 24 de febrero de 2013

El chavismo desconfía de Correa y prefiere a Morales

La pelea parece servida, incluso antes de la salida definitiva de Hugo Chávez del escenario regional. Rafael Correa, que acaba de ganar una relección apabullante (57%), y Evo Morales, que pugna por lograr un nuevo mandato en 2014 pese a los cuestionamientos a su postulación, ya disputan el liderazgo entre los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) y la recientemente creada Comunidad de Estados Latinoamericanos (Celac).

El apuro de Correa con la posibilidad de consolidar el remplazo del comandante venezolano ha desatado la desconfianza del chavismo que ya declaró a Morales como “uno de los jefes de la revolución sudamericana”.

En medio del acelerado deterioro que muestra la salud de Chávez, Morales sostuvo un encuentro a puerta cerrada con el vicepresidente Nicolás Maduro y la cúpula chavista en Caracas donde se discutió un eventual escenario regional sin el mandatario.

El chavismo desconfía del pragmatismo del presidente ecuatoriano y tiene expresa mayor sintonía con Morales y sus correligionarios.
¿Liderazgo indiscutible?

Evo Morales señaló que el liderazgo de Hugo Chávez "es indiscutible en toda Latinoamérica y en los foros internacionales", pero reconoció que se nota "una gran ausencia" desde que se enfermó.

"Esperamos que el hermano Chávez vuelva a estar pronto con nosotros. El mejor homenaje al comandante Chávez es la unidad", afirmó.

Fue Nicolás Maduro, entonces, el que señaló que en Venezuela reconocen a Morales como "uno de los jefes de la revolución suramericana de este tiempo".

"Somos un solo equipo, una sola revolución: La revolución de liberación de nuestro continente suramericano. Es una sola tropa, la tropa de los libertadores, de la resistencia indígena, la revolución de la Alba", señaló. Morales se reunió con Maduro y con gobernadores regionales del oficialismo y luego visitaron juntos la Academia Militar venezolana, donde Morales fue recibido por tres jóvenes cadetes bolivianos, quienes le expresaron su orgullo de recibir formación en esta institución venezolana.

El mismo Correa no dejó en claro cuál será su posición una vez que Chávez se retire.
“No buscamos nada para nosotros, estaremos donde seamos más útiles, donde podamos servir mejor a nuestros conciudadanos, a nues-tros hermanos latinoamericanos”, dijo el mandatario ecuatoriano cuando le preguntaron si estaba dispuesto a asumir el liderazgo regional, ahora que Chávez, su par venezolano, convalece del cáncer que padece en Caracas. Diversos analistas anticipan que la pugna en Venezuela tendrá su correlato también en la región donde Evo Morales y Rafael Correa buscan establecer un liderazgo que trascienda sus fronteras nacionales.




Frases clave

“¿Cuánta sangre ahorró el pueblo venezolano cuando el comandante Hugo Chávez decidió el camino de la ruta electoral? Era como desafiar la ley de gravedad”
Daniel Ortega | presidente de Nicaragua


“Hay sectores que quieren dividirnos. El compañero Chávez es un líder fundamental para la región. Nosotros nos complementamos en beneficio de los pueblos ”
Evo Morales | Presidente de Bolivia



Análisis

Los desafíos de un recambio de liderazgo en la región
José Rafael Vilar | Analista Político Internacional

La amplia victoria del actual presidente ecuatoriano Rafael Correa Delgado el pasado 17 de febrero en las elecciones ecuatorianas, aunque predicha, no fue menos satisfactoria para seguidores y aliados. Y entre estos, también los externos.

“Valga la oportunidad para dedicarle también la victoria a ese gran líder latinoamericano que ha transformado Venezuela, a ese gran amigo Hugo”, le dedicó Correa, en su mensaje confirmando el triunfo, a Chávez Frías, presidente de Venezuela y promotor y líder de la ALBA desde sus inicios.

Si este triunfo es importante para la permanencia y profundización de la revolución ciudadana que desde 2007 —su primera Presidencia— promueve Correa, también lo es para la continuidad de los procesos bolivarianos porque, tras el apartamiento del venezolano del liderazgo de la Alianza y de otras Organizaciones donde ejercía una posición preeminente —como Unasur y Celac, las que Chávez promovió su creación—, Correa había ido ocupando posiciones cada vez más destacadas como vocero de los países bolivarianos.

Así, la victoria nacional le permite a Correa consolidar su liderazgo en la Alianza —que ya desde 2010 ejercía de facto— al no poder seguir ejerciéndolo Chávez y al no tener los otros mandatarios —Castro Ruz, Ortega Saavedra o Morales Ayma, inclusive Fernández de Kirchner— ni el carisma, por una parte, ni el poder económico —Ecuador es, después de Venezuela, la mayor economía de la Alianza— para liderar una organización que funcionó con un discurso apoyado en petrodólares venezolanos.

Dentro de ese liderazgo actuante, Correa ha convocado para el 8 de marzo en Quito a los países firmantes de la Convención Americana de Derechos Humanos con el propósito de concertar, en privado, reformas al Sistema Interamericano que refleje la posición de la ALBA, diferente de lo definido en la Asamblea de la OEA en Tiquipaya 2012, donde ya Correa lideró la posición de la ALBA.



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