Las Fuerzas Armadas de Brasil desplegaron ayer a 25.000 militares a lo largo de toda la frontera terrestre del país en la mayor movilización de este tipo, realizada con motivo de la Copa Confederaciones del próximo junio.
La operación, denominada Ágata 7, también cuenta con el apoyo de la Policía Federal, los cuerpos de seguridad regionales y diez agencias gubernamentales, que han reforzado la vigilancia a lo largo de los 16.886 kilómetros de fronteras terrestres del país, según un comunicado del Ministerio de Defensa.
El Gobierno brasileño mantuvo contactos con las autoridades de los diez países vecinos antes de ejecutar la operación, que pretende reforzar la vigilancia contra el tráfico de armas, municiones, drogas, el contrabando y otros delitos, como la inmigración irregular o la minería ilegal.
Las autoridades brasileñas han realizado otras seis operaciones de este tipo desde 2011, todas ellas llamadas Ágata, pero ésta es la primera vez que las fuerzas castrenses se despliegan a lo largo de toda la frontera.
El motivo de este inédito y gigante operativo es la celebración de la Copa Confederaciones de fútbol, que se realiza en seis ciudades brasileñas entre los próximos 15 y 30 de junio.
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