La popularidad de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, cayó desde el 65 % en marzo hasta el 57 % este mes, según una encuesta divulgada hoy por la firma Datafolha y que constata por primera vez un empeoramiento de la imagen de la mandataria desde que asumió su mandato, en enero de 2011.
Según el sondeo realizado por Datafolha entre el jueves y el viernes de esta semana, mientras que el 57 % de los brasileños evalúa positivamente a la jefe de Estado, un 33 % la considera regular y un 9 % la desaprueba.
Los porcentajes contrastan con los captados por la misma firma encuestadora en marzo pasado, cuando el índice de aprobación alcanzaba un récord de 65 %, en tanto que un 27 % evaluaba como regular a la gobernante y un 7 % como mala.
Los resultados suponen una alerta para el Gobierno en un momento en que varios aspirantes a suceder a Rousseff comienzan a mover sus fichas para las elecciones de octubre del próximo año.
Rousseff no ha anunciado públicamente si intentará un nuevo mandato el próximo año, pero el expresidente Lula da Silva da su candidatura como un hecho y hasta pronostica una fácil victoria.
Según el sondeo hecho esta semana por Datafolha, si las elecciones fuesen hoy, la mandataria vencería por amplio margen de ventaja a cualquier otro candidato y garantizaría su reelección sin necesidad de disputar una segunda vuelta.
La presidenta obtuvo el 51 % de las intenciones de voto en el sondeo, frente al 16 % de la exministra y dirigente ecologista Marina Silva, tercera más votada en las presidenciales de 2010, al 14 % de Neves y al 6 % de Campos.
Datafolha atribuye el deterioro de la popularidad de la presidente en los últimos meses al aumento del pesimismo de los brasileños en torno a la situación económica del país.
Datafolha indicó que la encuesta tiene un margen de error de 2 puntos porcentuales y fue realizada el jueves y el viernes, cuando fueron consultados 3.758 electores de diferentes municipios.
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