jueves, 20 de junio de 2013

La protesta pone en jaque al mundo político en Brasil

Como hielo sobre la espalda, el poder político activó todos los instrumentos a su alcance para que la furia de los jóvenes brasileños no termine por empujar la estructura al abismo. Comenzando por la presidenta Dilma Rousseff, que cayó ocho puntos, de 79% a 71%, en su popularidad gracias al malestar social, según Datafolha.

Por lo pronto, San Pablo y Río de Janeiro, las dos mayores ciudades de Brasil, retrocedieron y anunciaron una reducción de los pasajes de autobús tras las masivas protestas que han sacudido en los últimos días al país por la subida de las tarifas de transporte público.

Ayer, el crack de la Selección brasileña, Neymar, se sumó a las protestas y reclamó “un Brasil más justo, seguro y honesto”, acrecentando la legitimidad social de la protesta.
“Podría parecer demagógico por mi parte, pero no lo es, levantar la bandera de las manifestaciones que recorren todo Brasil", indicó el jugador.

"Pero soy brasileño ¡y amo a mi país! ¡Tengo familia y amigos que viven en Brasil! ¡Por eso también quiero un Brasil más justo, más seguro, más saludable y más honesto! La única forma que tengo de representar y defender a Brasil es dentro del campo, jugando al fútbol... A partir de este partido, contra México, entro en el campo inspirado por esas movilizaciones. Estamos juntos", afirmó el futbolista al que se le sumaron otros jugadores y figuras del deporte brasileño.

Alcaldes bajan las tarifas
Tras siete días de protestas en la mayor ciudad del país, el alcalde de San Pablo, Fernando Haddad, anunció su decisión de revocar el aumento del valor del pasaje de autobús desde 3,00 reales (unos 1,36 dólares) hasta 3,20 reales (unos 1,45 dólares), que había entrado en vigor a principios de este mes.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, igualmente anunció una reducción de 20 centavos de real, con lo que las tarifas regresarán a los 2,75 reales (1,25 dólares) en que estaban antes del aumento.
El Gobierno regional de Río de Janeiro igualmente revocó el alza de las tarifas de metro, trenes urbanos y barcas que cruzan la bahía de Guanabara.

Del mismo modo, el gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, afirmó en una rueda de prensa junto con Haddad que la reducción de 20 centavos de real también se extenderá a los pasajes de metro y de trenes urbanos.
La declaración fue conjunta debido a que el servicio de autobuses en San Pablo es una concesión municipal y los de metro y de trenes urbanos son concesiones del Gobierno del estado.

El alcalde de Río de Janeiro dijo también que espera que el Congreso apruebe un proyecto de ley que reduce los impuestos sobre el transporte público para poder compensar en parte el "sacrificio" que realizará la municipalidad.
En respuesta a las protestas, el Senado volvió a discutir ayer un proyecto de ley que analiza desde hace cinco años para reducir los impuestos sobre el transporte público

Cifras

250.000
MANIFESTANTES EL LUNES 17
Las mayores protestas se dieron en San Pablo, Brasilia y Río de Janeiro.

12.500
Millones de dólares
Es el costo aproximado que tendrá el Mundial de Fútbol 2014.

3
Razones de la protesta
Alza de tarifas en el transporte público, gastos multimillonarios para el Mundial y corrupción.

Los jóvenes madrugaron a la dirigencia
Eduardo David / Analista Internacional
El Gobierno y los partidos políticos de Brasil han sido sorprendidos por las protestas que recorren el país desde hace diez días e intentan mover piezas para atajar un malestar que ya amenaza a la popularidad de la presidenta Dilma Rousseff. El conflicto fue desatado por una multitud contra la subida de tarifas del transporte, la corrupción y el gasto público en la Copa Confederaciones y el Mundial de Fútbol.
Esos factores han sido el combustible de protestas que no dan tregua desde el pasado día 11 y que tuvieron mayor efervescencia el lunes, cuando unas 250.000 personas tomaron las calles de una veintena de ciudades.
Las manifestaciones fueron convocadas por el movimiento Pase Libre de San Pablo, que no tiene líderes visibles, se dice ajeno a los partidos políticos, los repudia y sostiene que no representan a la sociedad civil.
Esa distancia con la política tradicional no impide que el movimiento cuente con respaldo de la Juventud del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Rousseff, y de los partidos Socialismo y Libertad (PSOL) y Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU), ambos de corte marxista

No hay comentarios:

Publicar un comentario