martes, 18 de junio de 2013

Las manifestaciones en Brasil dañan la imagen del Gobierno

Miembros y aliados del Gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, expresaron su preocupación por los abucheos que recibió el sábado pasado en la apertura de la Copa Confederaciones de fútbol en paralelo a la baja de su popularidad.

Fuentes próximas al Gobierno comentaron que se analiza la presencia de Rousseff en el partido final de la Copa luego de la sostenida silbatina que recibió de parte de los más de 70.000 aficionados que asistieron al remodelado estadio Nacional Mané Garrincha de Brasilia.

Según fuentes de Planalto (Palacio de Gobierno brasileño) la presidenta Rousseff corre el riesgo de exponerse a una nueva protesta el 30 de junio en la ceremonia de cierre del torneo que tendrá lugar en el Maracaná de Río de Janeiro, en las inmediaciones del cual hubo protestas el domingo, publicó ayer el diario Estado de Sao Paulo.

“El peor momento”

El columnista Fernando Rodrigues, del diario Folha de Sao Paulo, dijo que la silbatina del sábado “coincide con el peor momento del Gobierno de Dilma”, quien sufrió la pérdida de ocho puntos de popularidad entre marzo y junio pasados, según la encuestadora Datafolha.



La oposición derechista, alineada detrás del senador Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), como rival de Dilma en octubre de 2014, festejó la silbatina contra la Presidenta.

“Es una expresión del sentimiento que se vive en el país. Vemos en las calles que la situación es diferente a tres años atrás. En la cancha estaba la clase media pero las otras clases ven los efectos negativos de la administración del PT”, dijo el diputado Nilson Leitao, del PSDB del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, jefe del bloque de la minoría opositora en la Cámara Baja, agrega ANSA.

Desde la extrema derecha opositora y ruralista como el partido Demócrata, se ve el supuesto avance de la inflación registrado en marzo como un motivo de descontento hacia el Gobierno de la coalición creada por Lula Da Silva para su sucesora.

“La Presidenta logró una antipatía suprapartidaria. Los factores se van acumulando, como la inflación y eso puede llevarla a una derrota” dijo el jefe del bloque de Demócratas en Diputados, Ronaldo Caiado.

Las protestas contra la organización de la Copa del Mundo y el público que puede pagar las entradas de la FIFA (una base de 60 dólares) juntaron a los extremos ideológicos: la derecha opositora tradicional al PT sentada en los estadios del primer mundo financiados con créditos estatales y la izquierda no parlamentaria y movimientos sociales alejados del Gobierno tomando las calles de San Pablo y Río.

Esa protesta se tradujo en una ola de detenciones el domingo en inmediaciones del estadio Maracaná. La base es el alza del transporte público y la crisis económica en el país.

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