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sábado, 29 de junio de 2013

Mandela, el cuerpo se apaga, pero el alma brilla


Las plegarias en Sudáfrica se han multiplicado como nunca durante la pasada semana. Sin importar el credo, las oraciones pidiendo que el líder más amado de ese país se recupere, se han hecho comunes. Pero todos van asumiendo que Nelson Mandela, el primer presidente negro elegido democráticamente en ese país, y que dio el primer paso en un largo camino buscando la inclusión y la pluralidad, se está apagando.

A los 94 años, Madiba (o gran abuelo como lo conocen la mayoría de sus coterráneos) continúa pagando con su cuerpo, la larga condena a la que fuera sujeto cuando siendo más joven lo encerraron para acallar el movimiento que exigía la igualdad para los habitantes de raza negra.

Casi ciego por el duro reflejo de la cantera en lo que estuvo obligado a picar piedra durante 27 años, hoy sufre de una infección pulmonar que arrastra hace mucho y que lo ha hospitalizado en estos últimos meses en varias ocasiones.

Sudáfrica entera sabe que el día en que Mandela muera, el luto será profundo y general, y que aunque haya dejado raíces sólidas para consolidar la llamada nación del Arco Iris, el que deje de estar presente será una herida que les dolerá a todos. "Como ustedes saben, el presidente Nelson Mandela sigue en el hospital en Pretoria. Estamos agradecidos de que continúe mejorando", declaró Jacob Zuma, actual presidente de Sudáfrica durante un mitin en Newcastle para conmemorar el levantamiento estudiantil de Soweto de 1976 durante el régimen del apartheid contra el que luchó Mandela. Sin embargo, el anciano líder continúa hospitalizado y no se sabe hasta cuándo durará está su cuarta hospitalización en apenas tres meses. ¿Quién es este personaje de cabello blanco y sonrisa de buen hombre que ha cambiado la historia de la humanidad?

NELSON MANDELA, EL HOMBRE

Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918 en Qunu, un poblado de 300 habitantes cerca de Umtata en el Transkei, y fue conocido como el “Pimpinela negro” por su facilidad de escapar a la policía. Es conocido en su país como Madiba, (título honorífico otorgado por los ancianos del clan de Mandela; también es llamado Tata); abogado y político, fue el primer presidente de Sudáfrica elegido democráticamente mediante sufragio universal así como el líder del Umkhonto we Sizwe, el brazo armado del Congreso Nacional Africano (CNA).

Obtuvo por correspondencia su título de abogado en la Universidad de Sudáfrica, y estudió leyes en la Universidad de Witwatersrand. Mandela tiene seis hijos, tres de los cuales fallecieron. La primera murió al poco tiempo de nacida, su hijo Madiba Thembekili falleció en 1969 en un accidente automovilístico, y el tercero, Makgatho Mandela, abogado y hombre de negocios, murió a la edad de 54 años a consecuencia de complicaciones por el sida. Ante su muerte, la que Mandela anunció públicamente porque considera que el silencio es aún peor que la enfermedad, se creó la Fundación 46664, para ayudar en la búsqueda de una respuesta contra esta epidemia y a quienes están afectados por ella. A los 80 años, Mandela se casó de nuevo con Graça Machel, la viuda de Samora Machel, el antiguo presidente de Mozambique y patrocinador del ANC. Ésta es su tercera esposa. Mandela recibió más de 250 premios y reconocimientos internacionales durante cuatro décadas, incluido en 1993 el Premio Nobel de la Paz.

MANDELA, EL LUCHADOR

Nelson Mandela es, sin duda, la figura más reconocida en la lucha contra el Apartheid. Su carrera política empezó cuando el Partido Nacional Sudafricano en 1948, con su política de segregación racial, ascendió a la presidencia. A partir de ahí Mandela cobró importancia dentro del partido del Congreso Nacional Africano (ACN), especialmente en la campaña de desobediencia civil de 1952, y en el Congreso del Pueblo de 1955. Junto a su amigo Oliver Tambo, dirigió un estudio de abogacía que proveía consejo legal de bajo costo para personas negras.

Inspirado por Ghandi, su lucha se centró en los métodos no violentos de resistencia hasta los sucesos de Sharpeville en 1960, donde fueron masacrados varios militantes del PAC de Robert Sobuwke, que protestaban contra el Apartheid. 69 personas, entre ellas mujeres y niños, todos de raza negra, murieron y otras 180 fueron heridas. El 30 de marzo de 1960 el gobierno declaró el estado de emergencia y fueron detenidas 11.727 personas. El ANC y el PAC fueron prohibidos y sus miembros obligados a pasar a la clandestinidad o a exiliarse.

Desde ahí el PAC comienza la resistencia armada, mientras que el ANC de Mandela y el Partido Comunista de Sudáfrica se unen al Movimiento de Resistencia Africano. En 1961, por primera vez, Mandela hace un llamado a las armas anunciando la formación del comando "Umkhonto we Sizwe" o MK (Lanza de la nación), copiado de los movimientos guerrilleros judíos (Irgun) y dirigido por el mismo Mandela con ayuda de activistas judíos, desde el que coordina una campaña de sabotajes contra blancos militares y gubernamentales, y hace planes para una posible guerra de guerrillas si el sabotaje fallara en terminar con el Apartheid. Sin embargo, Mandela deja claro que la violencia siempre es la última alternativa.

El 5 de agosto de 1962 es arrestado tras huir durante varios meses. Se sabe que la CIA informó a la policía sobre su paradero. Mientras Mandela se encuentra en prisión, el 11 de julio de 1963, la policía arresta a prominentes líderes del ANC en Liliesleaf Farm, Rivonia, al norte de Johannesburgo. Mandela es trasladado allí, y en el juicio de Rivonia, junto a Walter Mkwayi (que escapa durante el juicio), Arthur Goldreich (que escapa después del juicio), Denis Goldberg y Lionel Bernstein, es acusado de sabotaje y condenado a cadena perpetua. Su alegato en el juicio hizo historia. Sus palabras a la Suprema Corte hicieron llorar a la multitud que lo escuchaba:
“Durante toda mi vida me he dedicado a esta lucha del pueblo africano. He peleado contra la dominación blanca y he peleado contra la dominación negra. He buscado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la que todas las personas vivan juntas en armonía e igualdad de oportunidades. Es un ideal que espero poder vivir para ver realizado. Pero si es necesario, es un ideal por el cual estoy preparado para morir”.

Mandela fue trasladado hasta Robben Island, donde fue numerado con el código 466/64. Sin embargo, aunque él estaba detenido, el MK mantuvo una guerrilla contra el régimen, especialmente a partir de 1980.

En 1982 Mandela fue llevado a la prisión de Pollmor, en Ciudad del Cabo, y finalmente, en 1988, al confinamiento de una prisión rural llamada Victor Verster. Convertido en un símbolo mundial de la lucha contra el Apartheid, en 1984 el gobierno intentó ofrecerle la libertad a cambio de que se alejase de la política, pero Mandela rechazó la oferta aduciendo: “Sólo los hombres libres pueden negociar; los presos no pueden firmar contratos. Su libertad y la mía no pueden separarse”. Durante los años en prisión, su esposa Winnie mantuvo vigente la figura del líder entre las nuevas generaciones y alcanzó importantes posiciones dentro del ANC. Jóvenes líderes, como Steven Biko, continuaron la lucha de Mandela.

En febrero de 1989, el presidente PW Botha sufrió un ataque de apoplejía y fue reemplazado por Frederik de Klerk, quien aseguró que levantaría la prohibición contra los partidos políticos proscritos. Mandela fue liberado el 11 de febrero de 1990.

MANDELA, EL PRESIDENTE

En 1993, De Klerk y Mandela compartieron el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos por instaurar la democracia, pero el país se debatía en guerras internas. Las luchas entre grupos negros habían cobrado la vida de miles de personas. El 10 de abril de 1994, Chris Hani, uno de los líderes negros más carismáticos, fue asesinado a tiros frente a su casa. En este punto el gobierno se dio cuenta de que Mandela representaba la mejor -sino la única- opción de una transición negociada y finalmente accedió a celebrar comicios multirraciales. En abril de 1994, el ganador de las elecciones fue Nelson Mandela, convirtiéndose en el primer Presidente negro de Sudáfrica. En su discurso, Mandela dijo: "Asumimos un compromiso, de construir una sociedad en la que todos los sudafricanos, blancos y negros, sean capaces de caminar con la frente en alto sin miedo en sus corazones, con la certeza de su derecho inalienable a la dignidad humana: una nación arcoiris, en paz consigo misma y con el mundo".

Para cumplir con sus palabras, el nuevo mandatario puso en marcha una política de reconciliación nacional, manteniendo a De Klerk como vicepresidente. Su discurso pacifista, cuando fue liberado, impresionó a sus seguidores y a sus carceleros. Mandela siempre había dejado en claro que el enemigo era la supremacía blanca, no los blancos y para demostrarlo decidió organizar un encuentro y físicamente tender una mano a Betsie Verwoerd, la viuda de Hendrik Verwoerd, el arquitecto del Apartheid. El propio ex presidente PW. Botha, uno de los responsables del largo encarcelamiento de Mandela, recuerda: "Mi primer encuentro con Mandela en libertad fue impresionante y nunca olvidaré sus palabras. En ellas no había amargura o sed de venganza, ni una sombra de odio. En ningún momento, durante su alocución, intentó explotar o mencionar el hecho de que había estado 27 años en la cárcel".


"Mandela es considerado uno de los hombres más emblemáticos de la lucha contra la discriminación, a pesar de haber sido él mismo una de las principales víctimas de ella"

¿QUÉ FUE EL APARTHEID?

El Apartheid fue un acto de racismo practicado en Sudáfrica durante muchos años, pero que en 1948 tomó forma jurídica al ser respaldado por leyes promulgadas a tal efecto. En las elecciones de 1947, el radical Partido Nacionalista ganó las elecciones. Poco después se segregó a cada individuo de acuerdo a su supuesta raza.

Una ley promulgada en 1950 reservaba ciertos distritos en las ciudades donde sólo podían ser propietarios los blancos, forzando a los no blancos a emigrar a otros lugares. Las leyes establecieron zonas segregadas tales como playas, autobuses, hospitales, escuelas y hasta bancos en los parques públicos.

Los negros y demás gente de color debían, por otra parte, portar documentos de identidad en todo momento y les estaba prohibido quedarse en algunas ciudades o incluso entrar en ellas sin el debido permiso.

Durante las décadas de 1960 hasta 1980, el gobierno forzó a la población negra a reubicarse en estados que habían sido designados para ellos. Un total de 3 millones y medio de habitantes se vieron obligados a desplazarse hacia estas zonas.

La población estaba clasificada en cuatro grupos. Los de color (en afrikáans "kleurling") lo componían gente mestiza proveniente de la mezcla de los Bantús y Khosian con personas de ascendencia europea. La determinación de quién era catalogado como mestizo a veces era un tanto difícil, llegando al extremo de examinar las encías de las personas para distinguirlos entre negros y mestizos.

Los mestizos también fueron objeto de discriminación y obligados a reubicarse en zonas asignadas a ellos, a veces abandonando casas y tierras que les pertenecían por muchas generaciones. Su derecho al voto les era negado en la misma forma que a los negros. La teoría del Apartheid era que los de color eran ciudadanos de Sudáfrica con limitados derechos, mientras que los negros eran ciudadanos de cualquiera de los diez estados autónomos creados para ellos. Ocasionalmente, se daban casos en los que hermanos descendientes de padres de diferentes razas, eran separados por la variación del color de su piel.

MANDELA,EL PRESO

En la árida isla de Robben Island, a unos 12 kilómetros de Ciudad del Cabo, se encuentra la prisión donde estuvo encerrado por más de 20 años Nelson Mandela. Hoy se ha convertido en un museo, que rinde homenaje a todos quienes lucharon contra el régimen del apartheid.

Dentro de la estructura principal un pasillo largo, de piso cementado, está flanqueado por unas 20 celdas de 2 x 2 metros. Ahora todas están vacías, menos la del preso 466/64, Nelson Mandela.

En esta celda hay una frazada gastada que sirvió de colchón, una mesa pequeña con un plato de hojalata y un balde rojo, que sirvió de baño. Nada más. La ventana, mínima, tiene enormes barrotes como la puerta con un dispositivo especial de seguridad. Junto a él fueron encerrados otros líderes del movimiento contra el Apartheid como Walter Sisulu, dirigente del Congreso Nacional Africano, y Govan Mbeki, padre del sucesor de Mandela, Thabo Mbeki, también condenados a cadena perpetua.

Hoy la prisión ha sido catalogada como Patrimonio de la Humanidad.

A la llegada al muelle impacta una fotografía en blanco y negro, muy grande, que se encuentra colgada en uno de los muros. Es la imagen de los prisioneros y de los guardias. Los primeros, negros, están sin zapatos y encadenados los unos a los otros; los segundos, blancos, están armados con rifles.

Robben Island fue destinada desde el siglo XVII como lugar de aislamiento, primero para los enfermos de lepra, y más tarde se convirtió en prisión para delitos comunes, luego en el lugar de aislamiento para los presos políticos, que primero fueron mezclados con los presos comunes y luego fueron derivados a la prisión de máxima seguridad, exclusivamente para ellos.

En la cantera donde Mandela y sus compañeros eran obligados a pasar horas picando piedra bajo el sol implacable y enceguecedor, hay una pequeña cueva, donde los presos buscaban refugio del sol y donde a escondidas enseñaban a leer en la arena a los que no sabían. En este mismo lugar se conserva una montaña de piedras de distintas formas y colores; la primera fue colocada por Mandela, en su visita a la isla luego de ser liberado; las otras fueron puestas por sus compañeros, simbolizando la unión de las diversidades.

En la prisión, hoy museo, todavía se conservan las reglas con las que eran alimentados los presos de acuerdo al color de su piel: los “coloured” eran los asiáticos, mulatos y otros de procedencia no negra; los “bantus” eran los presos negros y eran llamados así porque, de acuerdo al régimen del Apartheid, pertenecían a otras naciones autónomas creadas para ellos y no eran sudafricanos.

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