jueves, 27 de junio de 2013

Saqueos, incendios y el caos retornan a Brasil

Saqueos, incendios y choques con la policía marcaron el final de una masiva marcha de ayer hacia el estadio de Belo Horizonte donde se disputaba la semifinal Brasil-Uruguay (2-1) por la Copa Confederaciones, mientras aumentan las medidas para combatir la corrupción a pedido de los manifestantes.

Los manifestantes, que reivindican penas más duras para los políticos corruptos -entre muchas otras cosas- obtuvieron dos nuevas victorias: el Senado aprobó un proyecto de ley para endurecer las penas contra la corrupción y la Corte Suprema dictó prisión inmediata por primera vez para el legislador Natan Donadon en funciones condenado por desvío de fondos públicos.

Marcha con desmanes. Unos 40.000 manifestantes marcharon pacíficamente hasta el estadio Mineirao de Belo Horizonte, pero un pequeño grupo intentó derribar las barreras metálicas en uno de los accesos y fue dispersado por la policía con gases lacrimógenos, dijo una portavoz policial.

También "destruyeron dos concesionarias de automóviles y prendieron fuego", añadió la portavoz. Un total de 24 personas fueron detenidas por agresión o por llevar "material de depredación: máscaras antigases, palos, piedras y cuchillos".

Los manifestantes bloquearon cinco rutas e incendiaron un autobús en la periferia de Belo Horizonte, que con 5,5 millones de habitantes es la tercera metrópoli de Brasil. La policía desbloqueó luego las carreteras. El 11 de julio habrá una gran movilización.

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