miércoles, 3 de julio de 2013

Bloquean caminos en al menos 9 estados de Brasil

Camiones volvieron a bloquear las carreteras de al menos nueve estados de Brasil ayer, en el segundo día de reclamos contra el precio del peaje, lo cual originó congestionamientos, mientras manifestantes protestaron en aeropuertos en el marco de las movilizaciones que tienen jaqueado al Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, cuya popularidad se desplomó.

También hay caos por paro de colectivos urbanos en la región nordeste y la Policía invadió campamentos de manifestantes en Río de Janeiro. Filas de vehículos de decenas de kilómetros se registraron en la mañana de este martes en carreteras del estado de San Pablo, el más rico y principal polo económico del país, a raíz de la medida de fuerza organizada por el Movimiento Unión Brasil Camioneros, cuyo líder, Nelio Botelho, dijo ayer que la adhesión ha crecido.

“Hasta ahora la medida es por 72 horas, hasta el jueves, después veremos; la adhesión es generalizada. Existe la probabilidad de que más del 80% de todos los vehículos pesados de Brasil estén estacionados en todo el territorio”, declaró Botelho.

“En nuestra organización están las micro, pequeñas y hasta medias empresas, somos el 90% del transporte de carga de Brasil”, acotó el titular del Movimiento Unión Brasil Camioneros.

Una larga fila de vehículos pesados obstruía en la mañana de hoy la ruta Cónego Domenico Rangoni, por segundo día consecutivo, que conduce al puerto de Santos, el más importante de América Latina, ubicado en el litoral de San Pablo, por donde pasan unos 9.500 camiones diariamente.

Intervención policial

Ayer, unos 100 efectivos de la Tropa de Choque de la Policía Militarizada irrumpió en el lugar, donde lanzó algunas bombas de gases lacrimógenos, logrando dispersar a los transportistas, que poco después desocuparon la zona donde se encuentran las cabinas de cobro de peajes.

Sonia Regina Branco, delegada de los camioneros en el interior de San Pablo, declaró que aguarda una audiencia con el gobernador Geraldo Alckmin, quien esta semana anunció el recorte de gastos para poder financiar la baja del transporte urbano y contener el aumento de los peajes.

San Pablo fue, hace un mes, el epicentro de las primeras movilizaciones callejeras contra el encarecimiento del metro y los autobuses, protesta que luego se contagió en decenas de ciudades y movilizó a millones de personas.

El inesperado estallido de San Pablo derivó en una crisis política grave que derribó la popularidad de la presidenta Rousseff, quien perdió 21 puntos; la del gobernador de San Pablo, Alckmin, que cayó 14 puntos, y de su colega de Río de Janeiro, Sergio Cabral, que retrocedió 30 puntos en la aprobación popular.

Policías invadieron ayer el campamento de estudiantes instalado frente a la residencia de Cabral, a quien demandan explicaciones por la represión popular a las manifestaciones recientes y los gastos altos para organizar la Copa Confederaciones.

La medida de fuerza de los camioneros agrega otro foco de conflicto, ahora en las carreteras, al descontento social que hasta el momento se ubica en los principales centros urbanos brasileños. (ANSA)

Más reclamos
Situación Las medidas de fuerza motivadas en reivindicaciones económicas tienden a incrementarse en los próximos días, ya que los sindicatos de trabajadores convocaron a un día de paro nacional para el próximo 11 de julio, cuando plantearán reclamos salariales y la semana laboral de 40 horas. Ayer, el segundo día de paro de autobuses afectó a unos dos millones de pasajeros.

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