El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Henrique Eduardo Alves, llevó a familiares en un avión de la fuerza aérea a la final de la Copa Confederaciones en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, luego de tres semanas de protestas que denuncian la corrupción.
Tras la información, publicada ayer en el diario Folha de Sao Paulo, Alves dijo haberse equivocado y anunció que devolverá el dinero, según una nota enviada por su gabinete a la AFP.
Alves, que pertenece al Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, centro, en la coalición del Gobierno), trasladó en el avión a su novia y a dos hijos de ésta, al hermano de su novia y a su cuñada, así como a un hijo del diputado, a la final de la Copa Confederaciones entre Brasil y España, que se disputó el pasado domingo en Río, indicó Folha.
El avión fue a buscar al grupo a Natal (noreste) el viernes 28 de junio y retornó el domingo 30 después del juego, según el periódico.
La nota divulgada por el gabinete de Alves señala que éste ordenó la restitución inmediata “a los cofres públicos de los valores correspondientes a pasajes Natal-Río-Natal, relativos al viaje ofrecido en avión de la fuerza aérea por disponibilidad de asientos a familiares, los días 28 y 30 de junio”.
Alves admitió que llevar a la familia “fue un equívoco”.
En 2009, el sitio especializado Congresso em Foco divulgó que entre enero de 2007 y octubre de 2008 más de la mitad de los 513 diputados compraron 1.887 vuelos internacionales, muchos a cónyuges y familiares, sobre todo a Europa y Estados Unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario