lunes, 16 de diciembre de 2013

Bolivianos entre la lucha y el éxito profesional en la Argentina

Hernán Quispe tiene 34 años y llegó a Buenos Aires hace cinco para trabajar en un taller de costura.

Por más de que intentó encontrar un trabajo en la provincia de Sorata-La Paz no pudo encontrar nada que le permitiera sustentar a su familia, motivo por el cual decidió migrar solo y luego trasladar a toda su familia a su lado.

Durante cuatro años se dedicó a la confección de prendas de vestir en un taller de costura, trabajo muy común para los bolivianos en Argentina. Cuando reunió la cantidad suficiente de dinero para emprender un propio negocio, decidió abrir una broastería en la zona de Flores.

Con 200 mil pesos argentinos compró cocinas y todo el material necesario para abrir su negocio, además se capacitó durante varios meses en la preparación de pollos broaster.

Desde marzo, fecha en la que abrió su broastería, da empleo a dos mujeres bolivianas oriundas del Beni.

“El trabajo acá es de lunes a lunes. Yo entro a las 8 de la mañana para preparar el pollo y me voy a la media noche”, relata Hernán.

Establecido con su esposa y tres hijos en la Argentina, este paceño ya no piensa en retornar a Bolivia. Asegura que el futuro es más prometedor en Argentina, porque tiene la oportunidad de generar más dinero en poco tiempo.

Kattya Llanos es otra boliviana, oriunda de Oruro, que ha logrado estabilizarse económicamente en Argentina gracias a su trabajo como enfermera.

Ella se dedica al cuidado de personas de la tercera edad y enfermas solamente por horas, mientras que su esposo trabaja como taxista.

Con tres hijos que también viven en Buenos Aires, Kattya y su esposo han logrado comprar su propio vehículo que es su herramienta de trabajo y adquirir una modesta vivienda en la zona de Flores.
PROFESIONALES

Si bien la mayoría de los bolivianos trabaja en la costura, construcción o en emprendimientos propios como la verdulería, hay también quienes se destacan en el ámbito profesional.

Desde hace un tiempo varios profesionales han encontrado en la tierra del tanguero Carlos Garden el sitio ideal para trabajar, capacitarse y hacer más dinero.

Verónica Arce (29) es odontóloga, nacida en Cochabamba. A sus 27 decidió migrar a Buenos Aires para hacer una especialidad. Entre los estudios le quedaba un poco de tiempo, por lo que decidió invertir trabajando en un consultorio.

“Mi objetivo en ese entonces no era ganar dinero sino ocupar mi tiempo en algo útil, me presenté como ayudante en una clínica y me contrataron fácilmente”, cuenta al indicar que de ahí en adelante las ofertas laborales comenzaron a surgir.

Al terminar sus estudios, Verónica decidió quedarse en Buenos Aires y trabajar como odontóloga, profesión que le ha permitido llevar una buena calidad de vida. Con tan sólo dos años de trabajo, la odontóloga ya piensa en la compra de un departamento y un auto en Buenos Aires.

“En este momento Bolivia se convirtió para mi en uno de los lugares donde puedo ir a vacacionar porque mi familia esta ahí, pero no volvería por motivos de trabajo”, manifesta.

Como Verónica existen miles de profesionales, sobre todo del área de la medicina, que logran hacer una carrera exitosa en la Argentina.

Otros bolivianos que no tuvieron la oportunidad de hacer una carrera profesional en Bolivia luchan por sacar adelante a sus familias buscando distintos tipos de trabajo.

Entre ellos el más popular es el de ayudante de taller de costura. La mayoría de los bolivianos llega a la Argentina con el objetivo de obtener un empleo de este tipo, sin embargo en muchos casos sufren la explotación de parte de sus propios compatriotas que ya son propietarios de este tipo de negocios.

La avenida Rivadavia y Avellaneda, que son los centros comerciales de ropa más grandes de la Argentina, están llenos de bolivianos.

Detrás de las grandes vitrinas que lucen las prendas de vestir hechas por bolivianos, existen compatriotas trabajando en maquinas de coser, mientras que otros que cuentan con sus pequeños talleres optan por salir a las calles y en las aceras vender lo que producen.
HORTICULTURA

Otro sector que ha sido ocupado por los bolivianos es el de la horticultura.

Familias enteras se dedican a la producción de hortalizas, verduras, legumbres y frutas, y se han convertido en los personajes principales de la producción de este tipo de alimentos.

La actividad está dominada por los bolivianos que han hecho una cadena que va desde la producción hasta la distribución de alimentos. Ellos están detrás de las grandes fruterías y verdulerías situadas en la capital argentina.

El Consulado de Bolivia en Argentina estima que actualmente hay casi dos millones de bolivianos que viven en ese país. Aunque las datos del último censo en Argentina indican que hay solamente 370 mil bolivianos.

Las provincias más pobladas por los bolivianos son Buenos Aires, Cordova, Salta, Mendoza y Jujuy.


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