domingo, 7 de septiembre de 2014

Los bolivianos atacados descartan dejar Argentina oregresar al país

Félix Gutiérrez llora en los brazos del padre Carlos Costales. Hace cuatro días que los vecinos argentinos de la barriada Las Delicias, en Río Cuarto (Córdoba), atacaron las casas de la colectividad boliviana a la que acusan, en general, por el asesinato de José Alexis Rodríguez, que se supone murió a manos de dos bolivianos y dos argentinos. Félix es el presidente de la colectividad y se mostró firme en esos días de ira, pero ahora se quebró como un niño.

Y él no es el único. De Potosí, de Cochabamba, hay otros vecinos que ahora es cuando de-sahogan sus penas porque ha llegado ese “párroco buena gente” cordobés, mientras una minga vecinal de 10 albañiles bolivianos refacciona la caseta donde operan los policías que pacificaron la zona.

Hay calma, pero también miedo a estar y vivir acá. Y mientras eso pasa en esta villa pobre de migrantes en Argentina, casi de inmediato, la política, con mayúsculas, reavivó en Buenos Aires las propuestas para acelerar la reforma migratoria, que vinculan la criminalidad con la facilidad de entrar y salir del país y que piden cambios para expulsar a los extranjeros que incurren en delitos.

“Tenemos que revisar la política migratoria porque me da la sensación de que la idea de entrar y salir de la Argentina, sin más, lo que hace es que el que viene a delinquir entra y sale, sin más”, dijo el líder del opositor Frente Renovador y virtual candidato a la Presidencia, Sergio Massa, en coincidencia con Sergio Berni, el militar secretario de Seguridad de Cristina Fernández, que pidió “herramientas (legales) para que los delincuentes extranjeros vuelvan a sus países”. Planteamientos hechos muy próximos a los días del ataque xenófobo hacia los bolivianos, acusados de ‘asesinos’.

Pese a las declaraciones de Berni y de Massa, que marcan un giro ‘conservador’ en el debate político migratorio argentino, el jefe de ministros de Fernández, Jorge Capitanich, negó cambios de ese tipo, según el reporte del diario Página 12.

No piensan volver

La noticias no cayó bien entre los bolivianos de Río Cuarto. Francisco Cruz, un albañil potosino y padre de familia, dice que los delitos son personales y no una cuestión de colectividades enteras. “Me ha dolido lo que nos han dicho, pero me voy a quedar nomás”, dijo. Por otra parte, los migrantes afirman que solo son propuestas al calor de la carrera por el sillón de la Casa Rosada, pero que no hay nada concreto. Félix aseguró que la mayoría de los argentinos los apoyan y son solidarios como el padre Costales

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