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sábado, 29 de noviembre de 2014

Bersatti, Jordan y Llorenti abandonan a un activista boliviano enjuiciado en EE.UU.

El general del Ejército boliviano Freddy Bersatti, jefe de la Misión diplomática de Bolivia en Estados Unidos, no realizó ninguna acción oficial para defender al ciudadano boliviano Diego Ibáñez, un reconocido activista comunitario, apresado y acusado injustamente de terrorismo en Nueva York; mientras la Cónsul General de Bolivia en esa metrópoli norteamericana, Jessica Jordan, tampoco realizó gestión alguna, ni siquiera para informarse del caso, según denuncian compañeros de Ibáñez que se hallan movilizados para impedir su encarcelamiento como un peligroso “terrorista”.
El joven migrante boliviano de 26 años, que cuenta con residencia legal en Estados Unidos, enfrenta cargos con una posible sentencia de reclusión en una cárcel de alta seguridad por “alterar el orden público, acoso, conducta criminal y asalto a un oficial de policía”. Ya había sido arrestado en al menos tres oportunidades cuando participó en protestas como la del 5 de noviembre por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa en México.

El pasado lunes 24 de noviembre, Diego Ibáñez intervino —junto a miles de migrantes y activistas de derechos humanos— en las movilizaciones de protesta que llenaron las céntricas vías del Times Square, en Manhattan, Nueva York, contra el fallo judicial que absolvió y dio impunidad al policía Darren Wilson, de Ferguson (Missouri), por el asesinato del ciudadano afroamericano Michael Brown con doce disparos de bala. Similares protestas se realizaron en más de 180 ciudades norteamericanas.

Al día siguiente de la detención de Ibáñez, el Daily News de Nueva York informó que un juez impuso al joven boliviano una fianza de $us 30.000 para salir en libertad, mientras espera un juicio criminal acusado de haber manchado el traje del jefe de la Policía de Nueva York, el comisionado Bill Bratton, con pintura roja. A raíz de ese hecho en el que no se probó plenamente su participación, Ibáñez enfrenta 16 cargos penales, entre ellos “terrorismo”.

El comisionado Bratton calificó a Ibañez como un “agitador profesional” y manifestó su deseo de ver encerrado al activista comunitario en la cárcel de Rikers Island “si logramos un enjuiciamiento exitoso”, según declaró el jefe policial al Daily News.

Rikers Island es la segunda cárcel más grande de Estados Unidos y fue calificada por el periódico hispano El Diario de Nueva York como “un lugar de horror para los jóvenes latinos”, donde los policías ejercen una infernal brutalidad asesinando impunemente a los reclusos mayoritariamente negros y latinos.


16 cargos criminales por manchar el traje del comisionado Bratton


El asistente del Fiscal del distrito de Manhattan, Andrew Mercer, dijo que Ibáñez habría lanzado un “líquido rojo desconocido” dos veces al Comisionado y a su equipo, y que “dos oficiales de la Policía tuvieron que acudir al hospital por irritación en los ojos”.

Según la acusación, la supuesta osadía del joven boliviano causó daños de $250 en el atuendo de Bratton, además de manchar otros cinco trajes de oficiales de policía. El monto de la fianza es mucho mayor al de los trajes manchados.

El boliviano permanecía recluido hasta la noche del miércoles en una cárcel preventiva al no haber logrado pagar el dinero de la fianza. Sin embargo, Juan Carlos Ruiz, un activista mexicano y correligionario de Ibáñez, informó que la fianza fue cubierta con fondos del movimiento Ocupar Wall Street, del cual Diego es uno de sus principales líderes y voceros.

Familiares y compañeros de Ibáñez emprendieron una colecta para devolver el dinero al movimiento Ocupa Wall Street. Ningún representante de la delegación diplomática boliviana en Estados Unidos, ni el embajador de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, que tiene su base de operaciones en la misma ciudad de Nueva York, dio muestra alguna de solidaridad con el compatriota libertario que viene siendo criminalizado por las autoridades norteamericanas como “terrorista”, poniendo en vilo sus derechos civiles y su libertad.

Un video exclusivo difundido en el portal del Daily News (clic aquí para ver abrir el video) muestra el momento en que el traje del comisionado Bratton es embadurnado con pintura roja que salpicó también a otros oficiales de la policía que intentaban reprimir la manifestación. Inmediatamente buscaron al supuesto agresor en medio de la multitud y el objetivo fue Diego Ibáñez, quien terminó reducido y conducido a un vehículo policial en calidad de arrestado.

No hay pruebas contundentes de que Ibáñez hubiera sido quien arrojó la pintura al comisionado Bratton. “Yo estuve junto a otros activistas al lado de Diego cuando ocurrió el incidente y ninguno vio que él lanzara la pintura roja al comisionado”, dijo el mexicano Juan Carlos Ruiz. La pintura roja es un “arma” de protesta que usan habitualmente los activistas movilizados para expresar su indignación ante la ola de crímenes de Estado en el mundo actual.

Ibáñez enfrentaba inicialmente nueve cargos en su contra, según la agencia EFE, por su participación en anteriores actos de protesta. El incidente del Times Square aumentó los cargos a 16, dos de segundo grado por acoso agravado, seis cargos de obstrucción a la administración gubernamental, seis cargos de conducta criminal en tercer grado y dos cargos de asalto en segundo grado.

Para defenderse de esos cargos, el activista boliviano tendrá que presentarse en una Corte de Manhattan este viernes. Ningún representante diplomático o consular del gobierno de Evo Morales anunció su presencia en dicha audiencia.

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