sábado, 27 de diciembre de 2014

Sergio Urioste, un joven boliviano que se destaca en Honduras

Tiene 22 años, su ideal para la vida siempre fue unir su amor por la naturaleza y el desarrollo de proyectos para personas de escasos recursos. Con esa idea ingresó a la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano, en Honduras enfocada a la agricultura. En 2014, el cochabambino Sergio Urioste obtuvo la mayor calificación de toda la gestión al graduarse en Ingeniería en Ambiente y Desarrollo.
Está ubicada a 30 minutos de Tegucigalpa, capital de Honduras en centroamérica, y ofrece programas académicos profesionales a nivel de Ingeniería en Agronomía -con especialidad en Zootecnia o en Fitotecnia-, Ambiente y Desarrollo, Administración de Agronegocios y Agroindustria Alimentaria.

Con una sencillez refrescante y muy tranquilo habla sobre el objetivo que lo llevó a Zamorano después de cursar la etapa escolar en el colegio La Salle en Cochabamba y La Paz. "Traté de buscar una carrera que una lo ambiental y social (...). Los estándares de exigencia son muy altos, las carreras son muy prácticas invertimos el 50 por ciento del tiempo siguiendo un programa académico y el otro 50 por ciento en trabajo de campo”, detalla.
Bolivia en Honduras
Para este joven haber tenido el mejor promedio en la Escuela Agrícola en 2014 se logró a través de la dedicación y la pasión con la que se estudia algo que se quiere hacer toda la vida. "Es tan simple como dar lo mejor de sí”.
La relación de Bolivia con esta casa superior de estudios se estableció en 1960. Hasta la fecha 341 profesionales, de los cuales 86 son mujeres se han graduado de Zamorano, ellos provienen de los nueve departamentos de Bolivia. Anualmente ingresan en promedio 12 jóvenes en su mayoría de Santa Cruz, Beni y La Paz.
Zamorano tiene hoy 1,258 estudiantes originarios de 20 países, entre ellos 41 estudiantes bolivianos, el 68 por ciento recibió asistencia financiera completa o parcial.
"Sergio se ha destacado durante los cuatro años por una excepcional dedicación a sus estudios, así como por su liderazgo, vocación agrícola, gran sentido de responsabilidad y servicio lo que le ha permitido alcanzar este triunfo, demostrando que los bolivianos tenemos las condiciones de competir en los niveles más altos de exigencia académica y profesional”, argumenta el representante de Zamorano en Bolivia, Rubén Rosso.

Aprender haciendo

Zamorano tiene fama por su filosofía/metodología de educación denominada "Aprender Haciendo”.
"Ello se concentra en las áreas de producción, transformación y comercialización de productos agrícolas, pecuarios y forestales, lo que garantiza una formación única y diferenciada” añade Rosso.
Urioste recuerda que acostumbrarse a un ritmo tan intensivo fue un poco difícil. Su día comenzaba a las 5:00 y empezaba a trabajar a las 6:30. Las clases empezaban en las tardes y las noches quedaban para el estudio.
Los estudiantes pasan por granjas, fábricas, laboratorios de genética, cultivos, procesamiento de alimentos, energías renovables, entre otros.
A ello se suma la elaboración de una tesis. La del estudiante boliviano se realizó en la Universidad de Illinois en Urbana Champaign, Estados Unidos, sobre la contaminación de aguas por mercurio a causa de la minería.
El siguiente paso, según cuenta, es obtener una maestría en Economía del Desarrollo en el exterior para luego regresar a Bolivia y "hacer país”.
El folklore y los bolivianos
Al ser un campus que reúne a estudiantes del todo el mundo, el recientemente graduado cuenta que las amistades que se forjan son estrechas y que los compañeros se convierten en la familia.
A ello se suma el orgullo de ser boliviano, algo que demostró cada año en una fiesta panamericana en la que cada país presenta sus bailes típicos.
"Nuestros bailes enamoran a todo el mundo en el exterior, somos los más esperados y aplaudidos. Ninguno es coreógrafo, pero tocó a veces inventar el modo, mandar a llevar los trajes o elaborarlos con diferentes materiales. Bailamos caporales y diablada”, recuerda.
Para Urioste, Honduras se constituye en un país hermoso donde los bolivianos pueden encontrar una oportunidad académica en carreras que de momento no existen en Bolivia.
El cochabambino tuvo media beca los primeros dos años y concluyó sus estudios gracias a un préstamo de Zamorano y el apoyo de sus padres.

"Zamorano es una escuela de valores y excelencia en donde la visión es crear líderes para el futuro (...). Yo siempre tengo la mirada puesta en Bolivia”, finaliza Urioste.

Oportunidades
Bolivia Desde su fundación la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano, en Honduras, ha graduado a 7,235 líderes técnicamente competentes, entre ellos 341 profesionales bolivianos.
Web Para saber más sobre Zamorano se puede ingresar a su página www.zamorano.edu.
Relación Según el representante de Zamorano en Bolivia, ingeniero Rubén Rosso, se está gestionando con el Estado boliviano el establecimiento de convenios de cooperación que permita la financiación de programas de becas de pregrado.

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