sábado, 25 de abril de 2015

Liniers, el barrio porteño con sabor boliviano



Ubicado al oeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el barrio de Liniers, con el paso de los años, se convirtió en el “corazón chiquito de Bolivia”, según relatan los comerciantes que lograron que el lugar se asemeje a cualquier mercado de Bolivia.

La actividad comercial se centra en la calle José León Suarez, circundante a la estación de ferrocarril de la línea San Martín y la terminal de buses de Liniers. Al caminar por sus cuatro cuadras de extensión se evocan los sabores, las costumbres y productos que solo se encuentran en Bolivia.
Una señora que ofrece sus productos en una lona sobre el suelo invita a una de las transeúntes a acercarse, con el grito de “caserita vení te voy a yapar”, una forma de ofrecer los productos muy característica de Bolivia, pero poco común en la Argentina.
Al igual que en mercados y calles de Bolivia destaca la comida callejera, poco común en la oferta gastronómica de la ciudad de Buenos Aires, pero en Liniers se puede encontrar chicharrón, humintas, salteñas bolivianas, anticuchos de tripa y corazón, chorizos caseros o salchipapas entre

Otras ofertas al paso
Y no pueden faltar los tradicionales refrescos como linaza, piña y pelón, también conocido como mocochinchi o k’isa, que son vendidos en vasos por señoras que están ubicadas una al lado de la Otra en una esquina.
Los restaurantes que ofrecen comidas bolivianas abundan en la zona y son más de una veintena, donde se destaca la oferta de salteñas, pollo a la broaster, api con pasteles, lagua, sopa de maní y un sinfín de platos principalmente del occidente boliviano, como chairo, fricasé, asado en olla, pique a lo macho , chorrellana o silpancho, entre otros.
En la mayoría de los casos el menú viene con fotografías y descripción de los ingredientes, para que los visitantes tengan idea de que es lo que piden.
Una pareja de argentinos sonríe con los nombres de los platos que les parecen muy extraños, es el caso de Pique a lo Macho, y leen en voz alta sus ingredientes, mientras un poster del presidente Evo Morales colocado en la decoración del lugar, parece observarlos desde la pared.
Los ambientes de los comedores son bastante sencillos y en todos los casos se escucha música boliviana para acompañar a los visitantes, con rockolas donde se reproducen videos de grupos como los Kjarkas, Savia Andina o cumbias populares, y se puede disfrutar de cerveza paceña, bicervecina El Inca, un vaso de chuflay preparado con singani Casa Real, o sodas de marcas Bolivianas que son envasadas en Argentina.
Resaltan varios restaurants como Miriam, pollos Copacabana o del Valle entre los más antiguos y concurridos; el propietario del restaurant del Valle destaca que su local tiene más de 20 años y fue uno de los primeros de la zona , y que ante todo busca promocionar la comida boliviana y que sea un lugar de encuentro de los compatriotas.
Y efectivamente, los fines de semana estos restaurantes se convierten en el punto de encuentro de cientos de bolivianos que se reúnen con amigos y familia para disfrutar de un plato tradicional, una bebida y sentir por un momento que retornan a Bolivia.
Los productos comestibles e ingredientes para preparar comida boliviana son los principales atractivos y congregan a muchos bolivianos, la oferta es variada y se encuentran productos secos y frescos y en el caso de los ajíes, se tiene ají putita, ají amarillo y locoto; el ajo que tiene muchos usos también es un producto muy característico de la zona, según comenta Héctor que subsiste Comercializando este y otros productos típicos de Bolivia
Las harinas en base a maíz para la lagua o el tradicional api, y las variedades de maíz para la preparación de motes, son de los productos más buscados, según relatan las vendedoras. Y para acompañar el mote no pueden faltar el tradicional queso fresco de vaca o cabra que no se encuentra en otro lugar de la ciudad.
Y en cuanto a tubérculos se encuentra una variedad como papa imilla, collareja, papa liza, oca o yuca, sin olvidarse del tradicional chuño, base de una serie de recetas de la comida boliviana.
Otros productos que destacan son los cereales como el maní o la quinua, frutas como la chirimoya o maracuyá, tostados de gran variedad: de haba, maní y papas fritas artesanales embolsadas sin marca, tal como se las consume en Bolivia.
Las historias de los migrantes se repiten, y en la mayoría de los casos dejaron Bolivia buscando mejores horizontes y lograron establecer comercios prósperos o puestos ambulantes y según resalta una de las dueñas de un local de la zona, que además de haberles ido bien les hace sentir que están en casa.
Y es así porque en el ambiente, además de las verduras y cereales, destacan las artesanías, el ekeko y artículos en miniaturas, típicos de las ferias de alasitas bolivianas; pomadas multiuso, donde no puede faltar el tradicional Mentisan, pero para comprarlo hay que tener cuidado, porque existen imitaciones que son comercializadas en la zona; también destacan los mates, hierbas, y sahumerios.
Para finalizar el paseo por el barrio boliviano de Buenos Aires, el visitante es tentado por una yatiri de avanzada edad que sentada en una esquina, ofrece leerle las cartas o las hojas de coca para contarle sobre su futuro y las acciones que debe realizar para que éste sea próspero y feliz.

El movimiento comercial en el barrio boliviano

Cultura boliviana
Los trajes típicos bolivianos para comprar o alquilar, son otro atractivo de la zona, y hay locales exclusivos para la venta de polleras y vestimenta tradicional de muchas mujeres migrantes que lucen orgullosas la vestimenta que las identifica.

La terminal
La terminal de Buses de Liniers aglutina a empresas que ofrecen pasajes directos a Bolivia y facilitan el traslado de bolivianos y productos hacia la lejana frontera, distante a más de 2000 kilómetros de Buenos Aires.

Movimiento económico
Agencias de envío y recepción de dinero, sucursales de entidades financieras bolivianas y agencias de viaje de empresas como Boliviana de Aviación (BOA) tienen presencia en la zona y significan un movimiento económico importante.

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