31 ciudadanos, entre ellos varios bolivianos, fueron rescatados de situaciones de explotación laboral, en un operativo realizado por la Gendarmería Nacional de Argentina en una fábrica de ladrillos (adobes) en Tucumán.
"Se pudo verificar que un grupo grande de familias tienen sus precarias viviendas acá, en algunos casos sin agua, sin baño y con sus conexiones eléctricas precarias", informó Daniel Weinsenberg, funcionario judicial.
Según los testimonios de las víctimas, son siete años que trabajan en el lugar junto a sus hijos y en condiciones infrahumanas. Se presume que fueron presa de grupos criminales extranjeros dedicados a la trata y tráfico.
"Nos pagan el pasaje desde Bolivia hasta acá y entonces venimos a trabajar aquí. No trabajamos cuando llueve y trabajamos todos los días hasta el domingo. Nos pagan 400 pesos argentinos por cada mil ladrillos", explicó una de las personas.
Las autoridades judiciales del vecino país iniciaron las investigaciones correspondientes sobre el caso para verificar la situación migratoria de los bolivianos y recabar documentación para ver si se vulneró sus derechos.
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