lunes, 20 de julio de 2015

Un chapaco realiza una cirugía inédita en Buenos Aires



Joaquín Pablo Olivera Vásquez tiene 32 años, es del signo zodiacal virgo, salió bachiller del colegio Belgrano y estudió medicina por seguir el ejemplo de su hermana, quien ya se encontraba cursando esta carrera.

Cuenta que inició sus estudios de medicina en la universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca desde el año 2001 hasta el 2005. Posterior a esto, efectuó su internado en el hospital San Juan de Dios de Tarija entre los años 2006 y 2007.
Al terminar su preparación las opciones que tenía en el departamento se resumían en hacer la residencia de cirugía general; sin embargo no pudo entrar en el sistema y al contrario de sentir frustración sus ganas por esta especialidad aumentaron.
Joaquín no sólo quería ser cirujano general, sino que comenzó a pensar en subespecialidades complejas y que hagan falta en nuestra ciudad, pero para esto tenía que salir del país. Poco tiempo después lo logró, pues gracias al apoyo de su familia pudo juntar fuerzas y dinero. De esta manera, y por cercanía, la opción fue Argentina.
“Adaptarse fue fácil porque Dios y la suerte están conmigo”, le dice a El País eN y detalla que conoció a personas buenas que hicieron su adaptación aún más sencilla.
En la actualidad es Jefe de Residentes de Cirugía Cardiovascular del Hospital General de Agudos “Doctor Juan Fernández” y acaba de participar en una cirugía sin precedentes dentro el sistema de salud público.
La operación consistió en el reemplazo de la válvula aórtica de un paciente de 76 años que sufría de fatigas, síncopes y disnea, síntomas de la Enfermedad Valvular Aórtica (EVA). La cirugía se realizó a través de una mínima incisión en el pecho y sin detener en ningún momento el corazón del paciente.
De acuerdo al médico paceño, Rodrigo Estrada, el reemplazo de la válvula aórtica sin detención del músculo cardíaco y con ingreso intercostal es una técnica que demanda un avanzado equipamiento, un quirófano híbrido y un equipo profesional altamente capacitado en cirugía cardíaca.
De esta manera, el equipo completo de profesionales durante la cirugía realizada en Argentina fue de 11 personas, incluyendo personal de múltiples disciplinas, entre éstos: cirujanos, enfermeras, perfusionistas y anestesiólogos. Pero dentro de este grupo estuvo Joaquín Olivera Vásquez, el joven médico chapaco.
El resultado fue una intervención de éxito que no superó las tres horas de duración, siendo además un procedimiento mínimamente invasivo que permitió mejorar drásticamente la calidad de vida del paciente, quien regresó dado de alta a su hogar luego de apenas una semana en recuperación.

La lucha por la especialización
Existen muchos hospitales y sanatorios, privados y públicos, divididos en la ciudad de Buenos Aires y la provincia. En sólo Buenos Aires hay más de 15 millones de habitantes, quienes hacen que la demanda de hospitales, médicos y personal de salud, sea alta.
De acuerdo a Joaquín esto hace que la complejidad de los hospitales en el vecino país sea también fundamental para la demanda sanitaria. A raíz de esto existen muchas opciones para realizar especialidades; empero, dichas oportunidades se pelean con médicos argentinos, colombianos, peruanos, ecuatorianos y brasileros.
De acuerdo a datos recabados por El País eN, la manera de acceder a una residencia es por examen de conocimientos para todos por igual, sin importar el país de origen, esto se suma al promedio general de la carrera.
Si se obtiene un buen puntaje se tiene la opción de elegir el hospital de preferencia. En el caso de Joaquín se contaba con dos cupos para toda la ciudad en dos hospitales, donde se realiza cirugía cardiovascular, especialidad que él había elegido.
Una vez que el joven médico chapaco obtuvo un buen puntaje pudo optar por hospitales de referencia a nivel sudamericano como el Hospital General de Agudos “Doctor Juan Fernández” y el Hospital Argerich. Joaquín optó por el Hospital Fernández.

El ímpetu tarijeño
De acuerdo a Joaquín el ímpetu y el entusiasmo que tienen los tarijeños hacen que nos diferenciemos en otro país. Cuenta que, de esta manera, rápidamente pudo adaptarse al equipo, participando de grandes cirugías desde los primeros años.
Explica que la residencia de Cirugía Cardiovascular tiene una duración de cinco años incluyendo cirugía general el primer año, por lo que el mismo hospital forma a los residentes desde lo elemental.
Resalta que los médicos cirujanos cardiovasculares de Argentina tienen un modelo a seguir. Se trata del doctor René Favaloro, cirujano cardiovascular, que inventó la técnica del by pass coronario y la cual se usa a nivel mundial. Por este motivo, la escuela en cirugía cardiaca es altamente reconocida en el vecino país. “Tuve la suerte de contar con médicos que me formaron, los cuales fueron discípulos de René Favaloro y de otros grandes cirujanos que aportaron grandes avances en técnicas quirúrgicas a nivel mundial”, afirma.
Joaquín Olivera Vásquez ahora es cirujano cardiovascular recién egresado. La formación recibida consta de flebología y linfología, angiología y cirugía vascular periférica, además de cirugía cardiaca, hemodinamia y cirugía endovascular.
Durante su desempeño en Argentina realizó rotaciones por servicios de electrofisiología y marcapasos en el Hospital General de Agudos “Doctor Juan Fernández”, circulación extracorpórea en el mismo hospital y cirugía cardiovascular pediátrica en el hospital Garrahan.
Una de sus tareas es formar a residentes y enseñar lo aprendido a médicos argentinos que empiezan la especialidad. “Me toca devolver el favor”, asegura y revela que sus proyecciones a futuro son tener una familia y continuar con la rama de cirugía cardiaca mínimamente invasiva.
Pero el gran sueño de Joaquín es traer este tipo de cirugías a Tarija para que el departamento sea el epicentro de cirugías cardiacas de Bolivia; reconoce que esto es complicado “pero no imposible”, destaca.
Agrega que la mayor parte de los médicos tarijeños se ayudan en Argentina para recomendarse los unos a los otros en distintos trabajos y siempre haciendo conocer la situación de matrícula en trámite a los contratantes.
“Algunos aceptan otros no”, dice y detalla que en su caso un colega chapaco le ayudó a conseguir su primer trabajo en Buenos Aires, poco después le tocó hacer lo mismo con los que venían detrás.

Un mensaje para los médicos tarijeños
El País eN le preguntó ¿Qué le diría a los doctores tarijeños? y el joven médico chapaco respondió “primero que la medicina que se aprende en Bolivia no tiene mucha diferencia con la que se enseña en Argentina, el tema es que al ser un país adelantado en tecnología y avances, están más actualizados en patologías complicadas”. Añadió que esto le hace aconsejar a sus colegas “que vivan actualizándose y buscando nuevas alternativas terapéuticas”.
“Porque si yo quiero mejorar la salud tengo que saber cómo hacerlo y no sólo basta con saber tratar una determinada patología. Es fácil recetar un antibiótico ya sea como tratamiento o hasta a veces profiláctico, el desafío está en prevenir la patología y en saber tratar sus complicaciones”, explicó.
Sin embargo, al finalizar la entrevista con El País eN vino a la memoria de Joaquín un recuerdo que no dudó en resaltar, y es que nunca olvidó las palabras de- como él dice- “su querido doctor Darko García” cuando le enseñaba medicina interna en el hospital San Juan de Dios de Tarija.
“Traten a la gente como si fuera su madre”, le dijo y ahora esas palabras perdurarán por el resto de la vida profesional del joven médico chapaco.



La Enfermedad Valvular Aórtica (EVA)

La Enfermedad Valvular Aórtica (EVA) es común en las personas mayores de 75 años y se desencadena a partir de un desgaste natural de la válvula que la endurece, calcifica y achica, degradando su funcionamiento progresivamente.
La operación realizada en Argentina abrió la puerta a una nueva época en cirugías cardíacas que con procedimientos cada vez menos invasivos, disminuyen el riesgo de las intervenciones, aumentan la tasa de éxito y reducen los tiempos de recuperación.
Joaquín cuenta que la preparación para la cirugía más que todo consistió en estudiar la técnica quirúrgica mediante videos de cirujanos alemanes y con materiales de entrenamiento que les dieron los representantes de la válvula a implantar.
Además de esto detalla que se efectuó una preparación al paciente, ya que lo que se necesitaba era disminuir al máximo el riesgo quirúrgico y evitar complicaciones, “cosa que cualquier cirugía debería tener, sea simple o compleja”, afirma.
Añade que al paciente se le realizaron estudios prequirúrgicos con equipos que generaron información detallada de áreas valvulares, perímetros de la válvula aórtica, motilidad cardiaca, anatomía coronaria, entre otras. Todo esto duró por lo menos seis meses.

La cirugía realizada
La cirugía efectuada en Buenos Aires consistió en un reemplazo de la válvula aórtica del corazón por una válvula protésica diseñada con materiales biocompatibles y resistentes, dicho reemplazo se lo realizó con el corazón latiendo y a través de una pequeña incisión denominada toracotomía que inicia por la punta del corazón.
De acuerdo a Joaquín, habitualmente las cirugías convencionales de reemplazo valvular son realizadas por abordaje esternal que quiere decir acceder al corazón abriendo el tórax por el esternón.
En este caso se derivó la circulación del corazón y de los pulmones a una máquina denominada bomba de circulación extracorpórea, la cual actúa como corazón y pulmón, permitiendo parar el latido del corazón mediante soluciones con altas concentraciones de potasio y nutrientes. Éstas permitieron que el corazón no sufra daños hasta su nueva puesta en marcha.
Una vez que se tuvo el corazón parado, se abrió el mismo y se reemplazó la válvula bajo visión directa y con puntos de fijación al anillo de la válvula extraída. La nueva válvula es también hecha con materiales biocompatibles y pueden ser biológicas, mecánicas o trasplantes de donantes cadavéricos que se denomina homoinjerto.
Luego de esto, se cerró el corazón y se puso nuevamente en marcha con mejoría notable de su función, debido a la nueva válvula implantada.
Joaquín detalla que los recambios valvulares están indicados en enfermedades de la válvula como la estenosis o apertura restringida de la misma, además de la insuficiencia o cierre inadecuado de la válvula.
Esta cirugía fue realizada por primera vez en Alemania y hasta ahora sus indicaciones son para pacientes con alto riesgo para cirugía convencional.



La medicina en Tarija

De acuerdo a Joaquín, en Tarija hay excelentes profesionales médicos, enfermeras, técnicos y gente que por su apoyo a la salud se convierten en parte de la misma. Asegura que actualmente hay médicos que están innovando en distintas áreas.
“Tengo el gusto de conocer al doctor Luis Llanos que se especializó en cirugía del tórax y se encuentra realizando cirugías que no se realizaban nunca y que son claros ejemplos que con apoyo de nuestros gobernantes se podrían lograr en mayor número”, explica.
Empero, agrega que está seguro que la medicina en Tarija tiene que crecer y que los gobernantes tienen que invertir más en la salud “pero no en la salud barata que dura un tiempo corto, sino en la salud de calidad porque se trata de una vida, de una persona, de nuestra familia y de nuestros hijos”, recomendó.



Cómo detectar la EVA

La Estenosis Valvular Aórtica (EVA) es más común en los hombres. Los defectos congénitos (de nacimiento) y la fiebre reumática son las principales causas de esta enfermedad en personas menores de 50 años de edad.

Algunas personas nacen con una válvula aórtica bicúspide, es decir que tiene dos valvas en lugar de tres. Esto también puede causar una estenosis valvular aórtica. Joaquín explica que en los pacientes de edad avanzada, las acumulaciones de calcio y el crecimiento de tejido fibroso sobre la válvula aórtica pueden distorsionar las valvas o fusionarlas.

A este proceso se denomina “calcificación” y puede hacer que las valvas parezcan ser una sola. Otras causas incluyen los antecedentes de otras enfermedades valvulares como una enfermedad arterial coronaria y un soplo cardíaco.
Las personas con estenosis valvular aórtica pueden no presentar síntomas por muchos años pero cuando los síntomas aparecen pueden incluir:
• Desmayos, especialmente al hacer ejercicio.
• Dolor en el pecho similar a la angina de pecho que empeora con el ejercicio y desaparece con el reposo.
• Falta de aliento.
• Palpitaciones cardíacas (latidos irregulares).
• Tos.
• Se recomienda que las personas con estenosis valvular aórtica no realicen ejercicios demasiado intensos.
• Los que tienen una estenosis valvular aórtica leve posiblemente no necesiten tratamiento adicional alguno más que ir al médico periódicamente.
• Para las personas con estenosis valvular aórtica grave, el tratamiento de elección es la sustitución quirúrgica de la válvula.

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