domingo, 23 de agosto de 2015

Los seguidores de la Virgen de Chaguaya en Buenos Aires



La fé en la Virgen de Chaguaya, patrona chapaca, unió a un grupo de matrimonios de tarijeños que radican en Buenos Aires y que hace 20 años se reúnen, cada primer sábado de mes, para rezar novenas a la “Mamita de Chaguaya” como se conoce en Tarija. Su fiesta se celebra cada 15 de agosto.


La agrupación “Los devotos de la virgen de Chaguaya” en Buenos Aires se consolidó el año 2000, con la llegada de la imagen que conservan actualmente. Para esta iniciativa contaron con el apoyo de Mario Mealla, integrante del grupo musical los Sapitos Cantores.
Éste encargó la elaboración de la imagen a un artesano local de Tarija, y fue la señora Rosa Bengolea, oriunda de Córdoba pero integrante de la agrupación y querendona de la cultura tarijeña, quien hizo llegar la imagen hasta Buenos Aires un 14 de diciembre.
El señor Rosario López, uno de los devotos, relata que antes de contar con la imagen de la virgen se prestaban otra virgencita para la fiesta, propiedad de uno de los residentes tarijeños, posteriormente organizaban la misa en la zona de Liniers. Empero, con la llegada de la imagen trasladaron la misa a la iglesia de Nueva Pompeya, donde cada año realizan la actividad pidiendo la bendición a los devotos.
La característica pisada de la virgen en señal de protección y bendición, y que es única y propia de esta advocación de la virgen María, también es realizada al concluir la misa, para luego continuar la procesión por alrededor de ocho cuadras hasta el local, donde habitualmente se realiza la peña folklórica en su honor.
Freddy Velásquez Salazar, uno de los fundadores de la agrupación señala que en medio de su migración hacia el vecino país necesitaban tenerla acompañándolos, para sobrellevar sus dificultades y la angustia o dolor que puedan sufrir en algún momento.
“Nosotros al sentirnos lejos tenemos la necesidad de mostrar y recordar nuestra tierra y más aún en una fecha tan especial como es la Fiesta de la virgen de Chaguaya. Por eso nos juntamos todos los chapacos y también no chapacos que son devotos y hacemos estas actividades. Además es lindo encontrarse con un amigo después de mucho tiempo, y servirse un plato del pago, una bebida y bailar una cueca”, explica.
Beatriz Miranda, fiel seguidora, agrega que la imagen de María Santísima de la asunción ha llegado para acompañarlos y unirlos como tarijeños, en torno a la advocación de Chaguaya y al Patrono San Roque, como grandes símbolos de la fe del pueblo tarijeño. “Buscamos reflexionar sobre nuestra fe, uniéndonos en oración y practicando la solidaridad que tanto nos hace falta, como católicos- cristianos. Buscamos hermanarnos de esa forma” enfatiza.
Beatriz es una experta en la comida tradicional tarijeña y es la encargada de coordinar la preparación de los platos que se degustan en las peñas que organizan. Dentro de su recetario se destaca el tradicional saice, la sopa de maní, el chancho a la olla, el guiso chapaco, las tucumanas, la torta de comadres, las chirriadas y la aloja de maní. Ella prepara más de 200 platos de cada variedad.
El embajador de Bolivia en Argentina, Liborio Flores, estuvo presente en la peña de este año junto a su esposa María Alejandra Rengifo, destacó su orgullo por las tradiciones y danzas bolivianas y lo importante de difundir la identidad de las diferentes regiones de Bolivia. “Es muy lindo que se difunda todo esto, y es muy lindo estar aquí, uno siente que está en Tarija, sobre todo por calidez de la gente” manifestó.
Al año se realizan cinco peñas, la más significativa por la devoción religiosa es la de la Virgen de Chaguaya, pero también se organizan peñas para el 15 de abril, 4 de julio, y dos peñas folklóricas más que se realizan entre septiembre y diciembre, donde se destacan las danzas, el canto y las costumbres tarijeñas.

La fe a través de la danza
En los últimos cuatro años se consolidó la escuela de danza “Moisés Peñaranda”, llamada así en honor al dueño de casa, que facilita el salón donde se resguarda la imagen de la Virgen de Chaguaya. Ahí mismo se realizan los ensayos de la escuela de danza, además del ballet denominado “Danza Sud” y la fraternidad “Mi Chura Tarija”.
Freddy Velásquez cuenta que cuando la festividad de la Virgen de Chaguaya fue creciendo, les faltaba acompañar con la danza todas las tradiciones que se intentaban inculcar a los más jóvenes y a sus hijos nacidos en la Argentina. Revela que como jóvenes, muchos no son de ir a la iglesia o de estar rezando una novena pero les atrae mucho la danza que es algo sano y pueden estar contenidos. De ahí se les inculca la fe hacia la mamita de Chaguaya.
“Nosotros apoyamos la consolidación de la escuela de danza porque nos hacía falta y nos rodeamos de gente mucho más joven. Hay mucha juventud que nos apoya y que practica nuestra cultura, porque junto al profesor Pablo Aguilar y a su esposa Verónica hemos sido la base para esta actividad cultural, ahora necesitamos a los jóvenes la mantengan”.

El profesor de Folclore consolidó la fraternidad

Desde hace cuatro años se sumó a las actividades realizadas por los devotos de la Virgen de Chaguaya el profesor de folclore Pablo Aguilar, quien tiene 30 años de edad y junto a su esposa fueron parte de los ballets de danza folclórica más conocidos de Tarija, también fueron profesores del ballet de la Universidad Juan Misael Saracho (Uajms). Llegaron a Buenos Aires por cuestiones de estudio y buscando mejores horizontes.
Pablo relata que primero bailaron con los devotos para la Virgen de Chaguaya y luego les enseñó a bailar más danzas folklóricas de Tarija. Así empezaron a ensayar, consolidando la escuela de danza, donde se enseña lo básico de las danzas tarijeñas y bolivianas.
El ballet “Danza Sud” cuenta con un elenco estable de seis varones y ocho mujeres, que en su mayoría son hijos de los devotos de la virgen de Chaguaya, éstos trabajan coreografías más elaboradas y sumando otras danzas de Tarija y de Bolivia.
En la fraternidad “Mi chura Tarija” se juntan varias agrupaciones, ballets y personas que les guste la música tarijeña. El objetivo es participar en la entrada de la integración organizada por la Unión de Fraternidades Folklóricas de Bolivia (Uffobol) que se realiza el 12 de octubre de cada año por la avenida 9 de Julio.
“Los primeros años con mi esposa queríamos volver a Tarija, pero cuando conocimos a los devotos de la Virgen de Chaguaya, nos sumamos a este grupo de amigos y ahora con la escuela de danza, el ballet y la fraternidad estamos muy contentos y con ganas de continuar difundiendo la cultura tarijeña” resalta.
Las ganas de Pablo y el apoyo de los devotos hicieron que estos emprendimientos vayan creciendo y participen en diferentes festivales, como también en reuniones o celebraciones organizadas por la colectividad boliviana.
En todas las actividades se trabaja junto a una mesa directiva para fortalecer a los devotos de la virgen de Chaguaya, y difundir la cultura tarijeña, que no es tan conocida en Buenos Aires, al contrario de otras regiones y danzas del país, que cuentan con representación en diferentes ballets y agrupaciones folklóricas.
Felipe Torres Núñez, otro de los devotos, agrega que en el pasado hubo muchos intentos por crear centros de residentes tarijeños en Buenos Aires, pero dice que por diferentes razones no se concretó y que se mantienen unidos por la Virgen de Chaguaya. Explica que con la creación de la escuela de danza, ballet y fraternidad se está empezando a integrar a más residentes tarijeños que están dispersos por la ciudad.

Peña en honor a la Virgen de Chaguaya

Ballet Danza Sur
Los miembros del ballet Danza Sur realizaron varias coreografías de danzas típicas de Tarija y Bolivia demostrando gran destreza, maestría y gracia para la interpretación. Su objetivo es reproducir las costumbres y tradiciones que se buscan realzar con cada puesta en escena.

Visita del Embajador
El embajador de Bolivia en Argentina, Liborio Flores, engalanó la peña acompañado de su esposa María Alejandra Rengifo. Ellos asistieron en apoyo a los devotos de la Virgen de Chaguaya y a la difusión de las costumbres, danzas y tradiciones de Tarija.

Camisas Bordadas
Además de la comida tarijeña, los presentes podían adquirir las típicas camisas chapacas identificadas con el nombre de la agrupación “Devotos de Chaguaya”. Éstas presentan un borado con instrumentos de la región, además de banderas de Bolivia y Argentina como signo de hermandad.

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